Un video viral ha sacudido las redes en los últimos días al mostrar una prueba inusual de desempeño entre tres vehículos de lujo: el NIO ET9, un sedán eléctrico fabricado en China, contra dos reconocidos exponentes de la ingeniería alemana, el BMW Serie 7 y el Audi A8L. La escena transcurre en una carretera con badenes dispuestos de forma irregular, una especie de pista improvisada diseñada para poner a prueba la capacidad de absorción de impactos y control de rebote de cada modelo. Lo que parecía una comparación desigual, dada la tradición y el reconocimiento que en materia de suspensión tienen los autos alemanes, terminó sorprendiendo a muchos.
Durante la prueba, los tres autos avanzan en caravana sobre la sucesión de lomas desalineadas. El BMW y el Audi evidencian claros balanceos de carrocería, inclinaciones perceptibles y rebotes notorios al superar cada obstáculo. En cambio, el NIO ET9 circula prácticamente sin perturbaciones visibles: su carrocería se mantiene firme y nivelada, como si los badenes no existieran. El comportamiento del vehículo chino se convirtió rápidamente en tema de conversación, no solo por lo inesperado del resultado, sino por lo que representa para la industria automotriz.
Según explican especialistas en ingeniería automotriz, el secreto del ET9 radica en su sofisticado sistema de suspensión. Este sedán eléctrico incorpora una suspensión neumática autonivelante que ajusta altura y rigidez de manera anticipada, permitiéndole reducir el balanceo antes de que ocurra. Además, su mayor distancia entre ejes y un recorrido largo de suspensión ayudan a distribuir mejor las fuerzas generadas por las irregularidades del terreno. A esto se suma un sistema predictivo que lee la carretera y adapta la amortiguación en tiempo real, lo que le otorga una ventaja clara frente a sus rivales europeos en esta prueba específica.
Las reacciones en redes sociales no se hicieron esperar. Algunos usuarios aplauden el desempeño del vehículo chino y lo ven como una señal del avance de la tecnología automotriz asiática. “The Chinese showed how smoothly the new NIO ET9 sedan goes over speed bumps. BMWs and Audis, on the other hand, were noticeably shaken up” (Los chinos demostraron lo suavemente que el nuevo sedán NIO ET9 pasa por los badenes. Los BMW y Audi, en cambio, se sacudieron visiblemente), escribió un usuario en Reddit. Otros, sin embargo, cuestionan la validez de la prueba y advierten que una suspensión tan blanda puede comprometer la estabilidad en curvas exigentes o en situaciones de manejo más realistas. También hay quienes dudan de la durabilidad de este tipo de tecnología fabricada en China, tal vez aferrados aún a esa idea de que las cosas de China se rompen fácilmente o son de dudosa calidad.
A pesar de las críticas y el escepticismo que aún pesa sobre la industria automotriz china, esta prueba ha dejado claro que los fabricantes del gigante asiático ya no están tan lejos de sus competidores europeos. Al menos en lo que respecta al confort de marcha, modelos como el NIO ET9 están logrando resultados que antes parecían exclusivos de marcas tradicionales. Incluso algunos expertos señalan que el verdadero impacto de esta comparativa está en el mensaje que envía al consumidor occidental: la ingeniería china ya no solo imita, ahora también innova.
Y no solo eso: en el campo de los autos eléctricos, marcas como BYD han comenzado a ocupar espacios que hasta hace poco dominaban firmas como Tesla. Con modelos como el Han EV y el Seal, BYD ha logrado combinar autonomía competitiva, buenos acabados y precios accesibles, al punto de superar a Tesla en ventas globales durante algunos trimestres. Mientras tanto, NIO, con propuestas como el ET9, apuesta por la sofisticación tecnológica y el confort de marcha, consolidando así el avance chino en todos los segmentos del mercado eléctrico.
Eso sí, la prueba no es concluyente. Faltan comparativas en curvas cerradas, maniobras de evasión o escenarios reales de conducción a alta velocidad. Como bien apuntan muchos comentarios, aún está por verse cómo envejecen estos vehículos, cómo responden al uso intensivo y qué ocurre con los repuestos, el servicio posventa o la robustez estructural frente a un accidente. Pero mientras tanto, el ET9 ha logrado una victoria simbólica y mediática frente a dos colosos de la industria europea. Y eso, para muchos, ya es suficiente motivo para prestarle atención. ¿No les parece?
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