El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una orden ejecutiva para eliminar la restricción a la presión del agua en las duchas con lo que, según la Casa Blanca, “hará que las duchas estadounidenses sean grandes otra vez”.
De esta manera, que se ha quejado insistentemente de la falta de presión de agua en los baños de su país, lo cual atribuye a las regulaciones federales de preservación de agua, ha mandado al Departamento de Energía a repeler las regulaciones “radicalmente verdes” que limitan el agua de la ducha a 2,5 galones (9,5 litros) por minuto.
Para Trump, esa regulación era una exageración y un obstáculo innecesario para una buena ducha. Este miércoles, en medio de la conmoción por la rectificación de su caótica política comercial, ha cumplido lo que prometió como candidato republicano, cuando dijo que por culpa de la poca presión no podía ducharse como le gustaba y que, si llegaba a presidente, eso cambiaría.
“En mi caso me gusta tomar una buena ducha, cuidar mi hermoso cabello”, expresó el mandatario en declaraciones a los periodistas mientras firmaba la orden este miércoles en el Despacho Oval. “Tengo que estar 15 minuto para que se moje. Goteo, goteo, goteo, es ridículo”, recalcó.
“Lo que haces es acabar lavándote las manos durante el quíntuple de tiempo, para que sea la misma agua. Y vamos a liberarla para que la gente pueda vivir”, argumentó al anunciar el decreto que lleva por título “Mantener una presión de agua aceptable en las duchas”.
Según la Casa Blanca, la orden “libera a los estadounidenses de las regulaciones excesivas que convierten un objeto casero básico en una pesadilla burocrática” y pone fin a la guerra de los exmandatarios Barack Obama y Joe Biden “contra las duchas”.
Desde su primer gobierno (2017-2021), Trump ha atacado las normas de presión de agua para duchas, inodoros, lavaplatos y otros aparatos de uso cotidiano. Al mismo tiempo, ha acusado a sus rivales demócratas de querer eliminar las estufas a gas.





