Misael Enamorado Dager, ex primer secretario del Partido Comunista (PCC) en Santiago de Cuba, se autodeportó desde Estados Unidos a la isla a finales de marzo, según confirmó el periodista Mario J. Pentón en su sitio digital.
El exfuncionario regresó a la isla junto a su familia después de llegar a territorio estadounidense hace alrededor de un año, a través del programa de parole humanitario.
“El ex dirigente comunista tomó la decisión voluntaria de regresar a Cuba luego de recibir múltiples notificaciones legales y un incremento del escrutinio público”, precisó Pentón.
Hay que recordar que Enamorado, que también integró el Comité Central del PCC, fue muy criticado por su vinculación inicial con el régimen de La Habana y su posterior salida hacia EE UU.
Las presiones sobre Enamorado se hicieron más intensas después de que el congresista republicano Carlos Giménez lo incluyó en un listado de 100 represores cubanos que debían ser deportados porque constituyen “una amenaza a la seguridad nacional”.
De acuerdo con el político cubanoamericano, los agentes del régimen cubano deben ser identificados, investigados y deportados de inmediato.
Enamorado, quien también formó parte del Comité Central del PCC y se había asentado en Houston, Texas, fue duramente criticado por su vinculación con el gobierno de La Habana.
Pentó detalló además que Enamorado no pudo obtener la residencia permanente, pese a haberla solicitado bajo la Ley de Ajuste Cubano y debido a su pasado como colaborador de la isla.
El ex funcionario ocupó el cargo de secretario del PCC en Santiago desde 1995 hasta 2009 y en 1997, antes de ser promovido a miembro del Buró Político. En 2009 se trasladó a La Habana y formó parte del Secretariado del Comité Central del PCC, hasta que fue destituido en 2013 por órdenes de Raúl Castro.
Según Pentón, la familia Enamorado posee una lujosa residencia que le alquilan a turistas en Cuba, “presuntamente un regalo personal otorgado por la familia Castro”.
En cualquier caso, la vuelta voluntaria de Enamorado a la isla marca un precedente que podrían seguir otros exfuncionarios del régimen cubano que actualmente se encuentran en territorio estadounidense. Entre ellos hay desde represores de la Seguridad del Estado hasta fiscales vinculados a juicios contra opositores.





