El FBI ha confirmado que está investigando lo que describen como un «intento de asesinato» contra el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ocurrido el pasado domingo 15 de septiembre de 2024.
Según los primeros informes, un hombre armado con un rifle AK-47 equipado con una mira telescópica fue detenido cerca del Trump International Golf Club en West Palm Beach, Florida, donde Trump se encontraba jugando golf.
El incidente ocurrió aproximadamente a las 13:30 horas, cuando agentes del Servicio Secreto notaron la presencia del sospechoso a una distancia de entre 300 y 500 metros del expresidente.
El individuo, quien se ocultaba entre arbustos cercanos al campo de golf, fue detectado antes de que pudiera efectuar algún disparo.
Tras ser confrontado por el Servicio Secreto, el sospechoso intentó huir, pero fue detenido momentos después gracias a la colaboración de un testigo que logró fotografiar la matrícula del vehículo en el que escapaba.
La Oficina Federal de Investigación (FBI) está liderando la investigación, mientras que las autoridades locales han confirmado que encontraron el arma, dos mochilas y una cámara deportiva GoPro en el lugar donde se había ocultado el atacante.
Aunque la identidad del sospechoso no ha sido divulgada oficialmente, varios medios han señalado que se trata de Ryan Wesley Routh, un hombre de 58 años con antecedentes penales que ha residido en Carolina del Norte y Hawái.

Trump, quien busca nuevamente la presidencia en las elecciones de 2024, se pronunció rápidamente después del suceso, asegurando que se encontraba bien. En un comunicado emitido poco después del incidente, afirmó: “Hubo disparos cerca de mí, pero quiero que escuchen esto primero: ¡ESTOY A SALVO Y BIEN!”. Más tarde, reafirmó su determinación de volver a la Casa Blanca, a pesar de lo que llamó otro intento de asesinato.
La respuesta política no se hizo esperar. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la vicepresidenta Kamala Harris, expresaron su alivio al saber que Trump salió ileso. Harris, quien competirá contra Trump en las elecciones de noviembre, declaró que «la violencia no tiene cabida en Estados Unidos».
I have been briefed on reports of gunshots fired near former President Trump and his property in Florida, and I am glad he is safe. Violence has no place in America.
— Vice President Kamala Harris (@VP) September 15, 2024
De igual modo se expresó su compañero de fórmula Tim Walz.
Gwen and I are glad to hear that Donald Trump is safe. Violence has no place in our country. It’s not who we are as a nation.
— Tim Walz (@Tim_Walz) September 15, 2024
Asimismo, el senador J.D. Vance, compañero de fórmula de Trump, explicó que habló con el expresidente poco después del incidente y lo describió como «sorprendentemente de buen ánimo».
Este no es el primer ataque contra Trump en lo que va del año. El pasado 13 de julio, durante un mitin en Butler, Pensilvania, Trump fue herido en la oreja derecha por un disparo. Aquella vez, el atacante fue abatido por el Servicio Secreto, pero el incidente provocó una ola de críticas a la seguridad del expresidente, lo que llevó a la dimisión de la entonces directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, también intervino en el debate, asegurando que su estado llevará a cabo su propia investigación sobre lo sucedido. «La gente merece saber la verdad sobre el posible asesino y cómo logró acercarse a menos de 500 metros del expresidente», escribió en sus redes sociales.
Por su parte, el FBI ha desplegado un equipo de especialistas para investigar el caso, mientras que se espera que en los próximos días se revelen más detalles sobre los motivos del ataque. Aunque se ha confirmado que Ryan Wesley Routh tenía antecedentes penales, aún no se ha aclarado el móvil detrás de este aparente intento de asesinato.
El incidente marca un nuevo capítulo en lo que ha sido una campaña electoral particularmente tensa y marcada por episodios de violencia. Las medidas de seguridad en torno a Trump han sido reforzadas desde el ataque de julio, y no se descarta que se adopten nuevas precauciones en sus próximos eventos públicos.
El estado actual de la política estadounidense y la creciente polarización han alimentado un ambiente cada vez más volátil, en el que los líderes de ambos partidos han hecho llamados a la calma y al rechazo de la violencia política. Sin embargo, incidentes como el ocurrido en West Palm Beach subrayan las dificultades que enfrentan las autoridades para garantizar la seguridad en un clima tan cargado.
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