El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, enfrenta un nuevo desafío legal tras ser presentado un nuevo caso en su contra relacionado con los eventos del 6 de enero de 2021, cuando una turba de sus seguidores atacó el Capitolio en un intento de revertir los resultados de las elecciones presidenciales de 2020. Este nuevo caso se da tras una decisión reciente de la Corte Suprema que estableció ciertos límites en la inmunidad presidencial, lo que ha influido en la forma en que se presenta la acusación.
El 27 de agosto de 2024, un gran jurado federal emitió una nueva acusación contra Trump, en la que se le imputan los mismos cuatro cargos que en la acusación original presentada en agosto pasado. Estos cargos incluyen conspiración para defraudar a los Estados Unidos, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, obstrucción e intento de obstrucción de un procedimiento oficial, y conspiración contra los derechos.
La nueva acusación se produce luego de que la Corte Suprema dictaminara que ciertas acciones oficiales tomadas por Trump en su rol de presidente no podían ser utilizadas en su contra en este caso. En respuesta, la oficina del fiscal especial Jack Smith, quien lidera la investigación, presentó esta acusación revisada, que tiene en cuenta las instrucciones y restricciones establecidas por la Corte Suprema.
Entre los cambios más notables en esta nueva acusación está la eliminación de referencias a conversaciones que Trump mantuvo con funcionarios del Departamento de Justicia y otros asesores en la Casa Blanca, incluyendo a Pat Cipollone, exconsejero legal de la Casa Blanca. También se han omitido secciones que describían interacciones con Jeffrey Clark, un funcionario del Departamento de Justicia que apoyó las afirmaciones infundadas de fraude electoral de Trump.
A pesar de estos ajustes, la acusación mantiene la posición de que Trump no creía realmente en las afirmaciones de fraude electoral que difundió tras su derrota en 2020, y que, a pesar de saber que eran falsas, continuó promoviendo estas mentiras. La acusación sostiene que estas acciones fueron «objetivamente irrazonables» y «cambiantes», y que Trump y sus co-conspiradores repitieron estas afirmaciones incluso después de que fueron refutadas públicamente.
Trump, por su parte, ha reaccionado con enojo a esta nueva acusación, calificándola de «impactante» y «un ataque directo a la democracia». En una serie de publicaciones en redes sociales, el expresidente insistió en que él no obstruyó las elecciones, sino que fueron otros quienes lo hicieron. Su campaña también aprovechó la situación para solicitar donaciones, argumentando que Trump ha sido «acusado nuevamente» y pidiendo a sus seguidores que se mantengan firmes a su lado.
Este nuevo caso añade otra capa de complejidad a los múltiples desafíos legales que Trump enfrenta mientras busca nuevamente la presidencia en 2024. Con un juicio que no se espera que ocurra antes del día de las elecciones, el resultado de este caso podría tener implicaciones significativas tanto para su campaña como para el panorama político estadounidense en general. Mientras tanto, los abogados de Trump ya han indicado que buscarán que la nueva acusación sea desestimada, lo que podría prolongar el proceso durante meses.
con información de NBCNews
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