Sheila Serrano, una madre puertorriqueña que vivió durante un año en su carro junto a su hijo de 15 años en la ciudad Kissimmee, Florida, ha recibido ayuda de la comunidad después de que su difícil situación se dio a conocer a través de los medios locales.
De acuerdo con un reporte de Telemundo Puerto Rico, uno de los primeros en tender la mano a la madre fue Félix J. Torres, dueño del negocio «Dame un ñaqui», quien le ofreció comida y se sentó a conversar con ella. La había encontrado llorando.
Tras conocerla, el emprendedor decidió ofrecerle comida gratis en su negocio hasta que encontrara un buen trabajo.
«Yo tengo un niño de 15 años y ver que el niño no está en la escuela me duele. Es triste. Pero por lo menos la vi contenta y el nene comió», declaró Torres al medio estadounidense.
Sheila también recibió ayuda de una ciudadana anónima que le pagó unos días en el hotel «Seralago», mientras que otro líder comunitario, Christian Martínez, se puso en contacto con dos iglesias locales que se hicieron cargo del pago del hotel y están ayudando a la madre a conseguir vivienda permanente, comida y otros recursos vitales.
«Que yo tuviera un hijo viviendo conmigo en mi carro, no tener que comer, te tiene que tocar», expresó Martínez.
En declaraciones a Telemundo 51, Sheila había explicado que ella y su hijo a veces no tenían ni para comer, y el único lugar donde podían almorzar era el Salvation Army, pero que durante toda la noche tenían que pasar frío en el carro porque tampoco podía gastar la gasolina para la prender la calefacción.
Explicó que había aplicado para apartamentos, pero le pedían el doble de su sueldo por la renta.
La falta de vivienda también le impide mandar al hijo a una escuela por no tener una dirección estable.
Desgarradoras historias como la de Sheila y su hijo se vuelven cada vez más frecuentes, en medio de un contexto marcado por la inflación y los elevados precios de los inmuebles y la renta.
A inicios de 2022, el precio de la renta en el sur de la Florida aumentó un 50 % en comparación con el año anterior, llegando a valores nunca antes vistos en ciudades como Miami y Hialeah, que se incluyeron en el Top 5 de las urbes más caras de Estados Unidos.


















