El caso se destapó a inicios de octubre del pasado año, cuando la hija de la paciente advirtió que el reloj —un obsequio de su difunto esposo— había desaparecido de las pertenencias entregadas al ser dada de alta.
El hallazgo de los relojes no solo representa un alivio para Keanu Reeves, sino que también subraya la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra el crimen organizado. Además, pone en evidencia los riesgos a los que se enfrentan las celebridades debido a la exposición mediática y la percepción de riqueza.
Identificada como Sarah Richards, esta mujer residente en Baltimore se encontraba en la ciudad para asistir a una audiencia judicial, también por cargos de robo. Un robo cometido en junio.