Considerado uno de los mejores calculistas de todos los tiempos, el joven superó sus expectativas al destrozar su propia marca de cálculo mental de fechas históricas.
El récord histórico parece pertenecer a Thomas Wedders, un inglés que vivió en el siglo XVIII, y quien ostentó la nariz más larga jamás registrada, con una longitud impresionante de 7.5 pulgadas, según refleja en un artículo Guinness World Records.