El gobierno ha asegurado que la recolección de basura es una prioridad, incluso destinando recursos a la importación de piezas para reparar camiones y otros equipos.
Este contraste no solo muestra la brecha entre la retórica del gobierno y la realidad, sino que también plantea cuestionamientos serios sobre la priorización de recursos y la efectividad de la gestión gubernamental en Cuba.