Ambos sucesos reflejan una creciente ola de violencia que, lejos de responder a patrones delictivos tradicionales, parece surgir del deterioro emocional y psicológico de individuos comunes. La policía continúa las investigaciones en ambos casos, mientras las comunidades afectadas tratan de asimilar lo ocurrido.
Según confirmó el portavoz de la Oficina del Sheriff de Broward, Carey Codd, al canal de noticias Local 10 News, los agentes respondieron a la escuela secundaria Pompano Beach, ubicada en 310 NE Sixth St., alrededor de las 9 a.m.
El pastor enfrenta cargos de plan organizado para defraudar, fraude, hurto mayor, uso delictivo de información de identificación personal, archivo ilegal de registros de documentos falsos, hurto mayor de un arma de fuego, posesión de un arma de fuego por un delincuente convicto y violación de la libertad condicional.
Aunque en este caso al parecer no hay indicios de que los oficiales hayan actuado incorrectamente, el Departamento de Cumplimiento de la Ley de Florida investiga rutinariamente los tiroteos policiales, mientras que el FBI se ocupa de los robos a bancos, dijo Local10 News.