Miami International Airport mantiene un acuerdo con Goodwill Industries of South Florida para destinar a sus tiendas los objetos perdidos que nadie reclama. Tras un periodo de 30 a 60 días sin que aparezca el dueño, los artículos pasan a manos de la organización, que paga 13 000 dólares mensuales por recogerlos y revenderlos para financiar programas sociales. Ropa, electrónicos y maletas olvidadas terminan así en los estantes de Goodwill, mientras el aeropuerto reduce almacenamiento y el condado obtiene ingresos sin subastar.
Los actos de integridad, como los demostrados por Lien Jobst y Cesar Ledesma, no solo resuelven problemas inmediatos para los pasajeros, sino que también fomentan un ambiente de confianza y seguridad en los aeropuertos.
En una época donde prevalecen el cinismo y la desconfianza, Carlitos y Brayan se destacan como ejemplos brillantes de que aún en los momentos más difíciles, la decencia y la honestidad pueden y deben prevalecer.