Un post, una pregunta y la magia de las redes sociales hicieron el resto: la bella aeromoza de Cubana tenía nombre, voz y recuerdos que compartir. Se llama Marilyn Palomino, tenía 20 años cuando posó para aquella foto en un Tu-154, y dedicó tres décadas a la aviación. El hilo no solo la identificó: la devolvió, por un rato, a la pasarela del pasillo, a los saludos de bienvenida, al rumor del fuselaje y a la precisión de un oficio que —a juzgar por la respuesta— dejó huella en todos.