Que un bocadillo detenga un tren suena a chiste cruel, pero también a síntoma. La precariedad energética y de cadena de frío no perdona. Si el convoy se retrasa, la merienda envejece; si no hay hielo, no hay milagro; si el control sanitario es “de palabra”, la Salmonella toma nota.
Se ha reabierto la circulación de vehículos en el Túnel de la Bahía de La Habana, 48 horas antes de lo previsto, tras recibir la aprobación de todas las autoridades responsables de las obras.