La pequeña, de apenas cuatro años, no logró superar el daño que sufrió el pasado domingo 7 de enero al terminar la misa a la que asistía con su familia.
Marina, de tan solo cuatro años, se encuentra actualmente en cuidados intensivos, luchando por su vida. La gravedad de sus lesiones ha requerido de atención médica especializada y continuada, lo que ha generado gastos médicos considerables.