La retirada de la fotografía de Portuondo del aeropuerto de Miami y del cuadro del Che Guevara del Westland Mall subrayan la importancia de considerar la historia y las sensibilidades de las comunidades locales al seleccionar imágenes y símbolos para exhibición pública. Para muchos en la comunidad cubanoamericana, estas figuras representan un pasado doloroso y su presencia en espacios públicos es vista como una afrenta a su historia y sufrimiento.
Esta selección sesgada de imágenes contribuye a reforzar la percepción de que las autoridades priorizan la apariencia de orden sobre la transparencia y la empatía hacia el pueblo. La omisión de imágenes que muestren la verdadera magnitud de la destrucción y el dolor humano es una estrategia que busca proteger la imagen del régimen, mientras la realidad de la población queda relegada al silencio.
Mientras la prensa oficial se esfuerza por proyectar una imagen de control y eficacia, los internautas continúan mostrando la verdad: una población que enfrenta, en soledad, los estragos de un huracán que dejó huellas profundas y que, lejos de lo anunciado, no fue simplemente un obstáculo superado.