Por ahora, lo único seguro es que, cuando a esa niña le pregunten en la escuela en qué hospital nació, tendrá una respuesta digna de crónica: “Yo nací en una Yutong, en la carretera”. Y detrás de la anécdota quedará lo esencial: la destreza de un grupo de enfermeras, la cadena de manos que se tendieron en medio del pasillo y la certeza incómoda de que, en la Cuba de hoy, incluso un nacimiento puede convertirse en metáfora del país entero.
Hoy, Ángel y Bam Bam vuelven a caminar juntos, ahora con historias que hablan de esperanza, empatía y la fuerza de una comunidad que decidió no mirar hacia otro lado.
Gel Rodríguez iba a tomar un vuelo desde Filipinas cuando la persona que la registró en el mostrador del aeropuerto le informó que su equipaje de mano había excedido el límite de peso.
