Una cubana que padece chikungunya asegura que nunca había sentido un dolor semejante, ni siquiera durante el parto, y su relato ha encendido un debate sobre cómo el virus está reescribiendo la escala de los dolores en Cuba. La enfermedad, ya de por sí devastadora, golpea aún más fuerte en un país donde la inflación, los apagones, la falta de medicamentos y la precariedad sanitaria convierten cada síntoma en una carga casi imposible de sobrellevar.
En un mensaje que acumula cientos de reacciones y comentarios, Yoandi Montiel bromea con estar en “survival mode” ante la combinación de apagones y cortes de agua que, según él y múltiples usuarios, golpean a distintos barrios.