En pocas jornadas, la nación ha visto partir a profesionales que representaban décadas de experiencia y entrega. Sus muertes, más allá del dolor inmediato, dejan interrogantes sobre la capacidad de las instituciones para suplir vacíos humanos y profesionales en un contexto ya marcado por la migración y la falta de personal especializado. Este fin de semana, el luto no fue solo de familias y amigos: fue un duelo colectivo para la pedagogía, la medicina y la academia cubanas.
La región del norte de España abrió la puerta a contratar profesionales de salud extracomunitarios, tras reconocer la existencia de 55 especialidades “deficitarias o de difícil cobertura”.