Esta práctica, aunque sorprendente para algunos, es bastante común en varias ciudades de Estados Unidos donde la cultura del consumo y la renovación constante de bienes pueden hacer que objetos de valor terminen en la acera para beneficio de otros.
El gobierno de Grecia se ha metido de a lleno en un plan de "Revolución Energética", que no se diferencia mucho de aquel que un día, Fidel Castro, intentó imponer - o impuso