La delgadez, que algunos interpretaron inicialmente como un problema de salud, es, insiste Dwayne Johnson, una elección profesional. El propio intérprete subrayó que aún tiene “un largo camino por recorrer” para llegar al punto físico que exige el guion, y situó el reto como parte de una etapa en la que se propone ampliar su rango actoral más allá de los papeles que explotan su musculatura. Safdie —con quien ya trabajó en “The Smashing Machine”— le ofrece ahora un registro fantástico y humanista que parece alejarse tanto de los superhéroes como del cine de franquicia que ha dominado su filmografía.
La trayectoria de Johnson no necesita demostraciones de vigor: lo que ahora pone a prueba es su margen como actor y el espacio que la industria concede a un ícono para mutar. Si el público permite esa mudanza —y los medios bajan el volumen del alarmismo— quizá descubramos que el “nuevo” The Rock no es menos potente, solo más humano. Y, por ende, más interesante.
La alfombra roja no solo fue un despliegue de estilo, sino también una plataforma para transmitir mensajes de diversidad y empoderamiento. Desde atuendos que abrazaron la inclusión hasta discursos implícitos a través de la moda, los Golden Globe 2025 demostraron una vez más que el glamour y la relevancia social pueden ir de la mano.
Mientras que Instagram puede parecer un reino de estrellas femeninas, estos tres hombres, junto con varias mujeres destacadas y marcas reconocidas, han dejado su huella indeleble. Han redefinido lo que significa ser influencer y demostrado que, con la combinación correcta de autenticidad, carisma y contenido atractivo, cualquier persona, independientemente de su género o campo, puede reinar en la plataforma social más visual del mundo.
Dwayne "The Rock" Johnson, reconocido actor y exluchador profesional, ha estado en el centro de una reciente controversia debido a su figura de cera en un museo de París.