La familia pide oraciones por la pronta recuperación del niño, identificado por allegados como Lían, que “estaba por cumplir dos años” y permanece en terapia intensiva.
Este caso de Nueva Gerona, contado primero desde la desesperación y luego multiplicado por el país entero, es más que una noticia trágica. Es la radiografía de un Estado que dejó que la salud mental fuese terreno de la fe y la suerte.
Los dos sucesos, contados por Licea y amplificados por comentarios de residentes, vuelven a colocar el foco en la fragilidad de la seguridad cotidiana y en la necesidad de respuestas institucionales rápidas y transparentes. Mientras se conocen más precisiones, las denuncias recogidas por el influencer funcionan como alerta vecinal y como pedido de información a cualquier persona que pueda ayudar a esclarecer lo que ocurrió.
Hoy, más de tres años después, no se conocen detalles sobre el presente de aquella niña. Su nombre nunca fue difundido, y su familia eligió el silencio. Pero es probable que, en algún rincón de San Miguel, una niña juegue sin saber que un día su vida pendió de un hilo, y que dos uniformados —casi anónimos— se convirtieron en sus héroes.
Hoy lunes se conoció a través de una publicación en el perfil oficialista Realidades desde Holguín, que los padres del menor han sido detenidos y enfrentan cargos por su conducta abusiva.
Jerusalem Post indica que "la pareja dejó a su bebé en el check-in mientras intentaba abordar un vuelo de Ryanair después de negarse a comprar en el aeropuerto un boleto para el niño" y explican a continuación que "ambos padres, ciudadanos con pasaportes belgas fueron detenidos por la policía."