La víctima sufrió una costilla fracturada, un hombro dislocado y contusiones por todo el cuerpo, lo que requirió una estancia de tres días en el hospital.
Rizvi Sallay está agradecido de estar vivo. Sallay le dijo también al canal de noticias Local 10 News que "tuvo suerte", porque hubo un momento en que pensó que moriría.
El joven se encontraba en un vecindario del sur de Florida cuando alguien lo confrontó, y de las palabras se pasó a los golpes. El giro, violento que tomaron las acciones, dejó al joven con "una laceración en la cara y múltiples hematomas en el ojo y la cabeza”, según expresó a los medios el sargento del Departamento de Policía de Hialeah, José Torres.