Otra escena horrible de la violencia que azota la isla. Una joven cubana identificada como Heidy León Domínguez fue asesinada presuntamente para robarle el...
Más allá de cada expediente, los hilos que cosen estas historias son evidentes: predominio del arma blanca, demoras o ausencia de ambulancias y patrullas, calles a oscuras, cansancio vecinal ante la sensación de que muchos agresores salen pronto o ni siquiera entran. En esa mezcla de miedo y desgano, los teléfonos móviles se vuelven herramienta de denuncia y memoria. Es la comunidad la que está documentando, a contrarreloj, una violencia que el Estado tarda en reconocer y que, mientras tanto, define la vida diaria en demasiados barrios de Cuba.
El llamado busca no solo reabrir un expediente, sino rescatar la memoria de una mujer que, como tantas, fue silenciada por la violencia machista y por un sistema que rara vez responde. Porque la justicia no puede tardar otros catorce años. Cada día sin respuesta prolonga el dolor y confirma una impunidad que, en Cuba, se ha vuelto costumbre.
Organizaciones y observatorios independientes subrayan que el contexto es crítico. En septiembre, CiberCuba y CubaNet documentaron el caso de Daily Acosta con relatos de familiares y vecinos; y plataformas como OGAT y Yo Sí Te Creo en Cuba actualizan el conteo de feminicidios y alertan sobre tentativas y desapariciones con desenlaces fatales. En este marco, las garantías procesales en el caso de Londres Gamón y la celeridad para capturar a los responsables del asesinato de Daily Acosta son pruebas inmediatas para un sistema que enfrenta, a la vez, dolor social, desconfianza y un clamor de justicia que ya desbordó las redes.
De acuerdo al comunicado publicado en Cubadebate las autoridades continúan el proceso de investigación penal, con el fin de poner a los imputados a disposición de los tribunales"-
Morón, un pueblo que en los últimos meses ha visto crecer la violencia entre menores de edad, vuelve a llorar a uno de sus hijos (o a dos). La comunidad, entre el luto y la impotencia, exige justicia y sobre todo, medidas reales para evitar que este tipo de tragedias se repita.
La percepción de inseguridad entre la población continúa en aumento. Casos como el de Adrián reflejan una realidad donde la delincuencia ya no es solo de subsistencia, sino que muestra signos de organización y violencia extrema. La falta de transparencia en el control de armas y la ausencia de estadísticas públicas agravan la situación, dejando a la ciudadanía en un estado de vulnerabilidad y desprotección.
Estos casos reflejan una tendencia preocupante de violencia en Cuba, afectando incluso a profesionales respetados como médicos y profesores. La pérdida de figuras de autoridad y prestigio en la sociedad cubana subraya la necesidad urgente de abordar las causas subyacentes de esta violencia y restaurar la seguridad y el respeto en la comunidad
Según Licea, el hecho ocurrió en la mañana del domingo en la Calle 15 del reparto Antonio Guiteras, en La Habana del Este. La víctima fue identificada como Odalis Bataille, una enfermera de 53 años que fue asesinada a plena luz del día, frente a su casa y delante de su esposo y su sobrina. El presunto autor del crimen es Lázaro Plana Batista, un hombre de aproximadamente 63 años que era vecino de la víctima y, al parecer, no tenía ningún tipo de relación previa con ella, aunque se conocían.