Si bien la muerte de Donald ha causado una oleada de dolor que se ha desbordado en redes sociales, con más de un centenar de mensajes de duelo inundan las redes, su muerte también destapó el grito de impotencia de una comunidad que no aguanta más, y también encendió la rabia contenida de miles de cubanos que reconocen en este incendio algo más que una tragedia doméstica. La causa del incendio parece absurda si no se conoce la precariedad que atraviesa el país.