En resumen, Gabriela no solo desinforma: es cómplice del encubrimiento de una dictadura que usa la educación, los medios y las giras ideológicas como armas para justificar su fracaso. Lo que da vergüenza no es que sea profesora de Historia; lo terrible es que use la Historia para justificar la opresión.
El 11 de julio de 2021, inmortalizado como 11J en los imaginarios políticos cubanos, representó para el pueblo un hito en el cambio radical que se venía produciendo en su cultura cívica y política desde 2019.