En Cuba, decir “Cindy” o “Sindi” a alguien que le falta un diente – o le faltan todos los dientes – es un guiño simpático y directo. Y ahora, justo esa “Sindi” tiene motivos para sonreír: un equipo del Hospital Kitano de Osaka, Japón, liderado por el Dr. Katsu Takahashi, ha dado un paso histórico en odontología. Tras más de cinco años de investigación, desarrollo y pruebas en animales, el primer fármaco capaz de regenerar dientes en humanos ha demostrado resultados prometedores.
La molécula clave actúa bloqueando una proteína llamada USAG‑1 (Uterine Sensitization–Associated Gene‑1), que normalmente inhibe el crecimiento de nuevos dientes. Al desactivarla, el cuerpo puede activar “brotes dentales” latentes, potencialmente generando un tercer grupo de dientes más allá de los dientes de leche y permanentes, lo que se ha demostrado exitoso en estudios con ratones y hurones.
Los ensayos clínicos en humanos que tienen al menos un diente faltante tiene una primera fase, con duración aproximada de 11 meses, donde se evalúa principalmente la seguridad del tratamiento, no su efectividad regenerativa; hasta ahora no se han identificado efectos adversos significativos en humanos ni en animales.
Si esta fase resulta satisfactoria, se planifican siguientes etapas enfocadas en niños de entre 2 y 7 años con anodontia congénita (ausencia de seis o más dientes desde el nacimiento), condición que afecta aproximadamente al 0,1% de la población. El objetivo final es que este fármaco esté disponible para un uso más amplio en 2030, siempre que todos los ensayos clínicos posteriores confirmen tanto su eficacia como su perfil de seguridad, indica JStories. (ver las fotos reales de lo descubierto)
Este desarrollo podría transformar el enfoque tradicional de los implantes y Prótesis dentales en tratamientos regenerativos auténticos. En palabras del propio Takahashi: “Esperamos que este medicamento se convierta en una tercera opción junto a prótesis e implantes”.
Para nuestra “Sindi”, esto representa esperanza real: desde que se popularizó la expresión cariñosa para quienes les falta un diente, nunca se había imaginado una solución que fuese más allá de dentaduras o implantes. Ahora, en septiembre próximo se abre la puerta a una era donde literalmente se podría volver a crecer un diente, sin cirugía ni prótesis.
Ciertamente comienza su fase I humana, pero las aprobaciones regulatorias completas podrían tardar hasta varios años. Y si todo marcha bien, para 2030 podríamos ver este fármaco ya disponible al público, revolucionando la odontología mundial.
Ahora, de aquí a que eso llegue a Cuba… muchísimos bistec dejarán de ser masticados; aunque no todos por problemas con la dentadura.
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