La revista ¡Hola! sorprendió esta semana con una exclusiva que ha sacudido tanto a los medios de farándula como a los seguidores de la pareja: Anna Kournikova, de 44 años, está embarazada de su cuarto hijo con Enrique Iglesias.
La noticia, que llega tras años de discreción por parte de ambos, sitúa a la extenista rusa a mitad de gestación y confirma que tanto ella como el cantante español están “encantados” con la nueva etapa familiar que se aproxima.
Miami Herald señala que Kournikova e Iglesias son reconocidos por mantener su vida privada lejos de los focos, incluso en sus momentos más trascendentes. El nacimiento de sus mellizos, Nicholas y Lucy, en 2017, y el de su hija menor, Mary, en 2020, fueron informaciones que se conocieron a través de filtraciones y no por anuncios públicos.
Ahora, todo parece seguir el mismo patrón: sin comunicados oficiales, sin entrevistas, sin un gesto que rompa la muralla de discreción que han levantado durante más de dos décadas de relación.
En Miami, donde residen, los paparazzi lograron captar recientemente a Anna acompañando a sus tres hijos a la escuela, vestida con un holgado suéter que despertó sospechas de un posible embarazo. La confirmación de ¡Hola! da contexto a esas imágenes, que se han viralizado en redes. Y a ello se suma la mudanza de la familia a una propiedad más amplia en Bay Point, adquirida por Iglesias por 6,5 millones de dólares, que extiende su ya extenso complejo residencial.
La noticia no solo ha hecho eco en medios internacionales; también encendió las redes sociales. En la cuenta de Instagram de Hola USA, donde se publicaron fotos de la familia, los seguidores reaccionaron con entusiasmo. La mayoría dejó mensajes de cariño: “👏👏👏👏”, “😍😍😍😍”, “Hermosa familia”, “Una madre ejemplar”. Otros, más directos, señalaron: “Ella está como embarazada?”, “Parece que sí, tiene pancita”, “Ya viene el cuarto”.
No faltaron comentarios reflexivos, como el de una seguidora que apuntó: “Después de criar tres niños hermosos y sanitos, empezar otra vez no es fácil. Otro bebé cambia horarios, planes, la armonía de la casa… pero cada familia decide su camino”. Y también hubo quienes defendieron el estilo reservado de la pareja: “Me encanta cómo nunca se marearon con la fama, siempre resguardando su vida y la de sus hijos”.
Entre aplausos, debates y alguna crítica sobre la exposición de los niños en fotografías públicas, el consenso fue de celebración. Kournikova, que en su juventud fue número uno mundial en dobles y llegó al top 10 en singles, aparece ahora como símbolo de una maternidad tardía y planificada. Enrique Iglesias, por su parte, mantiene su perfil bajo, centrado en la familia y con cada vez menos giras extensas.
El cuarto hijo de la pareja más reservada de Miami es ya una de las noticias de celebridades del año. Lo que sigue, fiel a su estilo, será silencio: el verdadero anuncio vendrá cuando el bebé esté en brazos, no antes.
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