Tania Correa Lorenzo, expresidenta del Tribunal Provincial Popular de Cienfuegos, se encuentra envuelta en una trama de presunta corrupción que abarca desde la malversación de fondos hasta la falsificación de documentos.
Según revela Diario de Cuba a través de fuentes internas del Tribunal Supremo Popular (TSP), Correa habría gozado de impunidad debido a su estrecha relación con Rubén Remigio Ferro, presidente del TSP.
Tania Correa Lorenzo ocupó varios cargos judiciales desde 2011, incluyendo la presidencia del Tribunal Especial de Isla de la Juventud, donde comenzó a realizar actos ilícitos. Entre ellos, destaca la contratación de un mecánico para reparar el auto de su padre, haciéndolo pasar por secretario judicial y pagándole con dinero público. Además, compró materiales para la reparación con fondos del tribunal y luego vendió el vehículo, evadiendo impuestos. Este comportamiento fue denunciado por otros magistrados, quienes recurrieron al Sistema de Atención a la Población del TSP.
Un trabajador de Cayo Largo del Sur que declinó dar su identidad, indicó a este redactor que Tania Correa Lorenzo de alguna forma había logrado «acceder» a él, en una fiesta, para hacerle saber que ella sabía «cuánto robaban los isleños» que trabajaban en los hoteles de Cayo Largo.
«Un colega mío, al contarle, me sugirió que le diera algo todos los meses porque, me aseguró, que si ella quería podía traspapelar cualquier denuncia que llegara a los Tribunales,» declaró «Andy». Cayo Largo del Sur se subordina directamente a la Isla de la Juventud.
A pesar de ese «historial», en 2016 fue nombrada presidenta del Tribunal Provincial de Cienfuegos, presuntamente porque tuvo relaciones íntimas con algún «peje gordo» dentro de la crápula – perdón, cúpula – del poder en Cuba. Allí continuó con sus prácticas irregulares.
De esa época, en Cienfuegos, la recuerda Betty, que aporta elemento tales como «los lugares – del turismo – que frecuentaba».
«Iba con otros, «invitada». Hacía que otros pagaran,» detalló esta ex trabajadora del Registro Civil en Cienfuegos.
Betty destaca que, aunque ella no estaba subordinada directamente a Tania, conocía otras personas que sí lo estaban.
«Por lo general todos opinaban lo mismo de Tania Correa Lorenzo. Que era una déspota y una descarada, que beneficiaba a su gente.»
Diario de Cuba asegura, a través de una fuente que usó combustible asignado a otra jueza para beneficiar a René Castillo Peña, un convicto en libertad condicional, y permitió que su chofer, Yuniesky Zúñiga Maceira, vendiera y alquilara el vehículo oficial del tribunal. Incluso se vinculó a Zúñiga con tráfico de drogas.
Betty afirma además que Zuñiga Maceira a menudo llenaba el carro de muchachitas y se iba hasta para la playa.
Diario de Cuba indica en su nota que, en 2019, tras varias investigaciones internas que revelaron el mal manejo del combustible, Correa falsificó documentos para encubrir sus acciones. Finalmente, en 2020, bajo presión, se vio obligada a renunciar, aunque nunca fue formalmente procesada ni encarcelada.
A pesar de las evidencias de su malversación y otras actividades ilícitas, ha logrado mantener su libertad y, hasta 2021, continuaba viviendo en una propiedad del tribunal.
Tania Correa Lorenzo no postea nada en su perfil de Facebook desde precisamente el año en que cayó en desgracia. Uno de sus últimos post fue este:
«Seguro le quitaron el acceso a Internet,» comentó finalmente Betty.
En una de sus fotos, la única que sale destacada cuando se mira su perfil, Tania Correa Lorenzo está parada delante del tómbolo que guarda las cenizas del llamado «Comandante en Jefe», en el cementerio de Santa Ifigenia en Santiago de Cuba. Al parecer, no aprendió nada de él. O mejor dicho: probablemente sí, porque en abusar del poder, al fallecido no había quién le diera alante.
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