La administración de Donald Trump habría concedido poderes especiales a los funcionarios del Departamento de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para deportar rápidamente a inmigrantes que entraron a Estados Unidos bajo los programas de parole humanitario y CBP One, según reveló el diario The New York Times.
De acuerdo con el contenido de un memorando interno, firmado la noche de este jueves por Benjamine C. Huffman, jefe interino del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), se le habría permitido a los funcionarios de ICE usar poderes expansivos de deportación que durante largo tiempo solo se han usado para expulsar de manera expedita a inmigrantes en la frontera sur.
El documento suscrito por Huffman, designado jefe interino por Trump a la espera de confirmación de Kristi Noem, daría plena autoridad a los representantes de ICE para devolver a personas protegidas por las dos iniciativas implementadas por la anterior administración para frenar la inmigración ilegal.
Breaking News: The Trump administration is moving to deport migrants who were allowed into the U.S. temporarily under Biden-era programs, an internal memo said. https://t.co/LjGIumIMcK
— The New York Times (@nytimes) January 24, 2025
Se calcula que 1.46 millones de personas se encuentran en Estados Unidos bajo la protección de ambos programas, cancelados por una orden ejecutiva de Trump el pasado lunes.
El parole humanitario fue inicialmente establecido por Biden para los venezolanos en octubre de 2022 y luego extendido a cubanos, haitianos y nicaragüenses en enero de 2023, cuando mismo se activó CBP One.
Un total de 531.690 inmigrantes de las cuatro nacionalidades lograron entrar al país a través del parole. De ellos, 110.240 cubanos.
Por otro lado, CBP One, un programa que permitía pedir citas de asilo en la frontera sur, benefició a más de 904.500 personas de distintos países, especialmente venezolanos, cubanos y mexicanos.
Las instrucciones del memorando ratifican que Trump no solo arremeterá contra los indocumentados y criminales, sino contra aquellos que ingresaron por vías previamente autorizadas.
Hay que recordar que los inmigrantes con parole humanitario podían permanecer en el país hasta dos años bajo un estatus legal temporal, sin extensión; mientras los de CBP One entraban con un caso abierto en los tribunales de inmigración para buscar asilo político.
En ambos casos, para permanecer en Estados Unidos, los migrantes debían intentar ajustar su estatus migratorio desde el primer año mediante asilo o, en el caso de los cubanos, al término de un año, solicitar la residencia permanente bajo la Ley de Ajuste Cubano.
No está claro si el memorando permitiría la deportación, independientemente de si los inmigrantes han cumplido su tiempo de permanencia legal o se encuentran en medio de un proceso jurídico; ni si podría afectar a unos 400.000 cubanos que están en el país amparados por un formulario I-220A, que otorga una libertad condicional para defender un caso de asilo ante un juez de inmigración, pero no es considerado un parole.
Un alto funcionario de Seguridad Nacional recordó al diario neoyorquino que Trump considera que los programas de inmigración de Biden nunca fueron legales.





