La provincia de Guantánamo y toda Cuba atraviesa desde hace ya varias horas momentos de consternación tras el trágico accidente que cobró la vida de una madre y su hija en la oriental provincia. En estas horas, el valor de la empatía y el acompañamiento espiritual se vuelven esenciales. La sociedad guantanamera y muchas otras, especialmente en redes sociales, se unen con esperanza y fe, pidiendo que la pequeña logre recuperarse y así honrar la vida de quienes ya no están.
Los datos preliminares indican que la madre, Yaislin Llorente Matos, y su hija, Eliesny Durán Llorente, de 17 años, fallecieron al ser arrolladas por un automóvil conducido por un joven sin licencia, ebrio, mientras caminaban por la acera en la comunidad de Jamaica, municipio Manuel Tames, según reseñó el portal CubaNoticias360, mientras otras personas se encuentran hospitalizadas.
Particularmente difícil es la situación que enfrenta una niña, una de las menores que resultó gravemente herida en el accidente, y quien permanece en estado crítico, recibiendo atención hospitalaria. Su hermanita y su padrastro también se encuentran hospitalizados.
Este momento de dolor se ha visto acompañado de un intenso llamado a la fe y la solidaridad en redes sociales. En Facebook, el usuario Yankiel Fernandez lanzó un emotivo pedido: “POR FAVOR SE PIDE CADENAS DE ORACIÓN por esta niña que es la que más crítica estás… que estas cadenas de oración llegue al mundo entero… solo Dios hace milagros” dijo.
. Las respuestas inundaron la publicación, con fervientes mensajes como:
“Que Dios ponga su mano y derrame sanidad en ella”
“Dios mío, pon tu mano misericordiosa en ese angelito”
“Oraré desde La Habana en mi iglesia, cuenta con mis oraciones” CubaNoticias360noticias.cubitanow.com
Las autoridades aún investigan las circunstancias del accidente, mientras la comunidad permanece expectante por novedades médicas sobre la niña en estado crítico. Por ahora, la ausencia de licencia del conductor y su presunto estado de ebriedad destacan como factores clave en este lamentable suceso.
El dolor de perder a dos integrantes de la familia contrasta con la necesidad urgente de salvar a la niña sobreviviente, cuya vida está en manos de los médicos y el cuidado colectivo. Los mensajes de oración se multiplican, reflejando el deseo de todos los que se han conmovido con esta tragedia: que suceda un milagro.
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