Los cubanos celebraron este sábado 27 de julio su primera victoria en los Juegos Olímpicos de París a los pies de la Torre Eiffel. Fue en el voleibol de playa a costa de uno de ios dos duetos que Estados Unidos presentó.
Por segunda vez sucesiva Cuba no presenta selecciones nacionales en ningún torneo colectivo, ni en Tokio ni en París. Tampoco lo hizo en Londres 2012. Así que la incursión en este volei de a dos es algo así como una atenuante. Y es que para ser una real potencia deportiva hay que tener visibilidad principalmente en los deportes más populares que son los de conjunto. España, por ejemplo, además de sus grandes posibilidades, trajo a París a 11 representantes en torneos colectivos.
La pareja cubana formada por Noslen Diaz y Jorge Luis Alayo inauguró el certamen con la sorpresiva victoria 2-0 (21-18) sobre los estadounidenses Milas Partain y Andrés Benesh a quienes vencían por primera vez en tres enfrentamientos.
Cuba reapareció en esta disciplina tras su útima presentación en Río 2016 con Sergio González y Nivaldo Díaz quienes ocuparon una histórica quinta plaza para mejorar el séptimo sitio de Juan Rosell y Francisco Alvarez Cutiño en Atlanta 1996. Díaz y Alayo empezaron con buen pie y agitaron esperanzas en sus seguidores de la Isla.
Cuba está en el Grupo D con EE.UU, Brasil y Marruecos.
Al abrirse el boxeo ocurrió lo que se esperaba: el ligero welter Erislandy Alvarez liquidó antes del final a John Ume, de Papua Nueva Guinea. El domingo le tocará al doble campeón Julio César la Cruz(92 kg) frente a otro cubano que pelea por Azerbaiján, el pinareño Loremberto Alfonso, uno de los más de 20 cubanos que compiten en París por otras banderas.
Alfonso es entrenado por el ex entrenador de las selecciones nacionales cubanas, Pedro Roque, tras ser un exiliado a la fuerza, en Miami tiene su gimnasio, luego de incursionar como director técnico por breve tiempo en el equipo olímpico de Estados Unidos.
El técnico habanero encontró un buen sitio para levantar presión, como se dice popularmente, en Bakú, donde llevó a otro pinareño, Lorenzo Sotomayor, a subcampeón olímpico en Río 2016. Su contribución a este popular deporte en Azerbaiján llevó al presidente de la ex república soviética, Ilham Aliyev. estrecho aliado de Vladimir Putin, a condecorarlo con con una alta distinción nacional.
Roque fue defenestrado al frente del equipo cubano a fines de 2009, sin que se esclarecieran las razones, aunque se especuló que la decisión ejecutada por las autoridades deportivas tuvo que ver con situaciones de rendimiento durante el torneo olímpico de Beijing 2008. Y como la vida da tantas vueltas el hombre ahora de carambola ha ayudado «a la eterna amistad entre los pueblos de Cuba y Azerbaiján» a través del deporte.
El martes debutará otro que también busca el triplete dorado olímpico, el guantanamero Arlén López (80 kg) quien topará contra el ganador del turco Kaan Aykutsun y el italiano Salvatore Cavallaro. Ese día peleará además Alejandro Claro (51 kg) con el brasileño Michael Trindade, plata en los Juegos Panamericanos 2023. El miércoles cerrará la presentación del quinteto cubano el subcampeón del mundo Saidel Horta (57 kg) contra Munarbek Selitbek (Kirguiztán)
Este sábado siguió la resaca mundial de la ceremonia histórica, espectacular y extravagante de la inauguración de los Juegos Olímpicos.
El pebetero olímpico permanecerá en el suelo durante el día y volverá a elevarse cada noche. Los organizadores de los Juegos Olímpicos de París indicaron que a partir del este sábado 27 de julio, el pebetero, atado a un globo, volará a más de 60 metros sobre los jardines de las Tullerías, un palacio imperial y real situado en el centro de París, desde el atardecer hasta las 2 de la madrugada. El lugar de lanzamiento está cerca de la entrada de la pirámide de cristal del museo del Louvre.
Durante el día, 10.000 personas pueden acceder cada día a entradas gratuitas para acercarse al pebetero, el primero en la historia olímpica que se enciende sin utilizar combustibles fósiles, sino agua y luz eléctrica.
El único desliz de los organizadores entre tanto ajetreo y con las tensiones de la seguridad y amenazas terroristas, ocurrió mientras los atletas surcoreanos ondeaban la bandera de su nación en el barco que navegaba por el río Sena el viernes por la noche. En ese momento anunciaron que eran de la República Popular Democrática de Corea. Los de Pyongyang de los más contentos con el error, y los de Seúl , muy enfurecidos y con nota de protesta incluida.





