Nuevo record de apagones deja a los cubanos sudando y a Kiki Corona a punto de dormir en el balcón con una colchoneta

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Dicen que una buena broma guarda una verdad profunda. La historia de Kiki Corona con los apagones es un recordatorio de que, tras el humor, late el agotamiento de todo un pueblo.

Cuba vive estos días una de las peores crisis energéticas de los últimos tiempos. En menos de 48 horas, la isla ha registrado un nuevo récord de déficit eléctrico, alcanzando los 2 054 MW fuera de servicio, superando las marcas previas del 15 de julio y evidenciando la profunda agudización del colapso energético.

Según la Unión Eléctrica (UNE), este lunes a las 20:50 horas se alcanzó la pérdida de 2 054 MW, sin apenas disponibilidad para la ola de calor veraniega que ya castiga el país. En el horario pico nocturno, se esperaba una demanda de hasta 3 680 MW, frente a apenas 1 788 MW disponibles, lo que auguraba cortes diarios de entre 20 y 24 horas, especialmente si persiste la falla de la termoeléctrica Guiteras y la inactividad de unidades en varias centrales.

La situación, que ya se percibía desde hace semanas, se intensificó tras el desalojo de combustible en las “patanas” flotantes de La Habana, y una nueva avería de la Guiteras, apenas se reincorporó al sistema. Varios centros de generación distribuida han dejado de operar por falta de combustible, y múltiples plantas termoeléctricas se mantienen en mantenimiento o suspendidas por fallos.

En redes sociales, los cubanos expresan su exasperación. Desde Guantánamo, una mujer compartió que no puede más; que le quitan la corriente toda la madrugada y ella no tiene un ventilador recargable. En su correr sonoros ecos de esperanza, añadía que “esta situaciòn ya es algo que me tiene en puro estress.»

«Le pido a Dios que me de las fuerzas necesarias para continuar…porque sinceramente tengo que contar…”, escribía la mujer en su publicación, clamando por un final a esta penuria.

Reel de Facebook

Un llamado que encontró eco en los internautas.

«(…) es más que una guerra psicológica lo que están haciendo no se humanizan con esas personas que están enfermas con los niños que deben dormir apacibles y luego con los deben irse a trabajar en la mañana después de una noche de apagones y mosquitos
Es indignante ya vivir en Cuba en esa situación que lejos de mejorar empeora más lo siento mucho por todos los que están viviendo ese sufrimiento general», expresó el internauta Yuris Robles.

«Realmente es difícil , muy difícil , soy profesional de la salud y mi especialidad se relaciona con la atención directa con niños y adultos con necesidades especiales , se me parte el corazón (…)», dijo otra.

«(A) nadie le importa el sufrimiento del ser humano uno no puede expresar nada porque uno estaría incomodando a los grandes el sufrimiento de las personas mayores niños , embarazada etc se vive todos los días un estrés tremendo …», expresó otro.

«Tienes todita la razón mi vida no es fácil con lo estamos pasando últimamente pero aunque sea no las están poniendo pero como tú dices el orario más fundamental es la de x la madrugada no es fácil levantarse en la mañana y irse para el trabajo q parece q trabajasteis la noche entera y es q no se puede dormir debido a la corriente», señaló una cuarta.

Otra por su parte resumía el problema de la misma manera: es abusivo y en los horarios de madrugada, en el verano, a la hora de dormir, es cuando peor se siente.

Tal resignación no es exclusivo de la gente de a pie. También a los «famosos» les toca resistir creativamente. Y si se es familia de un vocero oficialista como Michel Torres Corona, el presentador estelar del odiado programa «Con Filo», no solo toca bailar con la más fea, sino también resignarse (sic).

Así le ha sucedido al cantautor cubano Kiki Corona Rodríguez, quien en un post publicado en sus redes sociales expresó:

“Si se prolonga el apagón, voy a tener que dormir con la brisa marina desde mi terraza y sin colchoneta…”.

La imagen de este caballero sonriente, acompañado de la frase resignada, ha sacado más de una sonrisa amarga, pero también retrata con crudeza el impacto emocional del colapso eléctrico; aunque habrá quien diga que Kiki es un privilegiado porque: a) tiene terraza. b) Y fundamental: le llega la brisa marina.

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