La influencer y modelo cubana Rachel Arderi, esposa del reguetonero Oniel Bebeshito, volvió a convertirse en tema de conversación en redes tras compartir un video donde aparece caracterizada como una enfermera sexy para Halloween. Pero más allá del furor que causaron las imágenes, lo que realmente encendió el debate fue su firme respuesta a un usuario que la criticó por su contenido.
“¿No te da pena crear contenido o miedo de lo que diga la gente, cómo lo acepte?”, le escribió un seguidor por mensaje directo. La reacción de Rachel no tardó en llegar: “¿Pena? Pena me daría estar en mi casa sin hacer nada solo por lo que digan o piensen las demás personas”, respondió con contundencia, dejando claro que la opinión ajena no marcará su camino.
Lejos de quedarse en la defensa personal, la creadora aprovechó el momento para reflexionar sobre la independencia femenina y el valor del trabajo digital. “Nosotras no creamos por aburrimiento, nosotras cobramos por hacer lo que nos gusta”, afirmó, reivindicando la profesión de influencer como una labor legítima y rentable.
Luego añadió un mensaje que rápidamente se viralizó entre sus seguidoras: “Consejo del día: Chica, si tú me estás mirando ahora y quieres empezar en el mundo de las redes sociales, yo te digo que lo hagas, ¡pero ya! Lánzate, nunca tengas miedo de mostrar quién eres. Para algunos estará bien, otros te darán su criterio según sus vivencias y crianza, que claramente no tiene que ser igual que la tuya”.
Rachel, mamá de dos niños pequeños, concluyó su reflexión con una frase que resume su filosofía de vida: “Tú no pares ni te detengas por nada ni nadie. No hay nada más rico que trabajar y vivir bien gracias a que haces lo que te gusta”.
Su respuesta fue celebrada por cientos de seguidores que destacaron su autenticidad y su manera directa de poner límites sin recurrir al conflicto. Muchos aplaudieron que Arderi usara la crítica como oportunidad para inspirar a otras mujeres a apostar por su independencia económica y su libertad de expresión.
El video que desató el intercambio fue publicado en su cuenta de Instagram y muestra a Rachel en un set ambientado para Halloween en una clínica estética, envuelta en luces rojas y un aire de suspenso propio de una película de terror. Con un ajustado conjunto de enfermera —minifalda, escote pronunciado y la clásica banda con la cruz médica—, la influencer combinó coquetería y humor, logrando miles de visualizaciones en cuestión de horas.
Aunque la pieza promocionaba una marca vinculada a la cirugía estética, el verdadero foco terminó siendo su capacidad para apropiarse del personaje y del momento, convirtiendo lo que podía haber sido una simple colaboración comercial en una declaración de poder personal.
