El ministro de Transporte de Cuba, Eduardo Rodríguez Dávila, desmintió este sábado los rumores sobre la supuesta paralización del transporte interprovincial de pasajeros en la isla.
De acuerdo con lo que aseguró el funcionario en su página de Facebook, pese a que se han producido algunos inconvenientes operacionales. todos los servicios interprovinciales de pasajeros se mantienen funcionando, sin cancelaciones derivadas del déficit en la generación de electricidad en el país en la actualidad.
No se han cancelado servicios planificados, recalcó Rodríguez Dávila al precisar que los servicios de la Empresa de Ómnibus Nacionales siguen prestándose con normalidad, así como el tren Guantánamo-La Habana, cuya locomotora ya salió.
El dirigente aseguró que, aunque el tren La Habana-Holguín enfrenta retrasos por problemas técnicos, su salida está garantizada; y que el Ferry Perseverancia, encargado de la transportación de pasajeros entre Batabanó y Gerona, opera según lo previsto.
El titular de Transporte ha respondido así a la difusión en redes sociales de mensajes que advertían sobre una posible paralización del transporte interprovincial debido al déficit energético, que ya obligó al gobierno a suspender las actividades laborales y docentes.
Rodríguez Dávila subrayó que la “información falsa” difundida partió de una nota de la empresa de Servicios de Reservación Viajero sobre los horarios de apertura de oficinas de ventas de pasajes.
Vale tener en cuenta que la crisis energética en Cuba hasta el momento ha tenido un impacto significativo en diversos sectores, incluido el transporte. Desde octubre de 2024, el país se ha enfrentado a apagones masivos debido a fallas en plantas termoeléctricas clave, como la Central Termoeléctrica Antonio Guiteras, y a la escasez de combustible.
A pesar de los esfuerzos por mantener operativos los servicios de transporte interprovincial, las dificultades logísticas y la falta de recursos han generado retrasos y cancelaciones en rutas de ómnibus y trenes.
La escasez de combustible y las condiciones técnicas deficientes de la infraestructura ferroviaria y vial han exacerbado la situación, afectando la movilidad de los ciudadanos y la distribución de bienes esenciales.
Si bien las autoridades han implementado medidas como la suspensión de actividades no esenciales y el cierre de escuelas para reducir el consumo energético, la estabilidad del Sistema Electroenergético Nacional pende de un hilo, mientras los apagones prolongados afectan a la población y a la economía.
Expertos coinciden en que, sin un cambio estructural en el modelo económico y una gestión más eficiente, el país seguirá enfrentando crisis energéticas recurrentes que impactarán negativamente en sectores vitales como el transporte.
