La popular actriz cubana Maikel Amelia Reyes Fernández rompió el molde con una historia de amor tan real como emotiva. Conocida por su personaje de la mayor Lucía en la teleserie policiaca “Tras la huella”, la artista sorprendió a sus seguidores esta semana al compartir un mensaje con motivo de su próximo aniversario de bodas: nada menos que 21 años de matrimonio junto a su esposo, Lázaro Cabrera.
Acompañado de una tierna galería de fotos familiares, el post reveló un lado íntimo y honesto de la actriz, muy alejado del glamour de los estudios de televisión. “Ven esto y pensarán… ¿Casi 21 años? ¿En serio?”, escribió con ironía Maikel Amelia, anticipándose a quienes podrían asumir que todo en su vida matrimonial ha sido color de rosa. Y enseguida aclara: “¡Pues, no!”.
Con una franqueza que caló hondo entre sus seguidores, la intérprete describió con lujo de detalles las diferencias que la separan de su pareja. Ella, impuntual y despistada; él, observador y meticuloso. Ella se deja llevar, él se irrita con facilidad. “Casi todos los días estamos en algo en desacuerdo… y en ocasiones tenemos que salir a tomar un aire porque si no explota la olla de presión”, confesó.
Pero el centro del mensaje no estaba en las discrepancias, sino en lo que ha logrado mantenerlos juntos durante más de dos décadas: el amor, en mayúsculas. “El amor nos hace entender que podemos seguir evolucionando como pareja, el amor nos mueve los sueños, nos impulsa”, escribió, dejando claro que la clave de su longevidad no ha sido la perfección, sino la voluntad de crecer juntos a pesar de los roces.
Maikel y Lázaro tienen una hija, Amelie, quien cumplió 19 años en mayo. Aunque la actriz no suele exponer mucho de su vida privada, en esta ocasión hizo una excepción para rendir homenaje no solo a su esposo, sino a la familia que han construido juntos: “Nos hace sentir orgullo por la familia que hemos creado en nombre de Dios que nos guía”, expresó, reafirmando además su fe como parte esencial de ese lazo duradero.
La artista no solo ha demostrado ser una figura sólida en la televisión cubana, sino una mujer que inspira desde la autenticidad. Su mensaje es un recordatorio de que el amor verdadero no siempre se ve perfecto, pero sí se construye con paciencia, honestidad y fe, día tras día. Porque al final, como bien dice ella, “cuando se ama, el amor lo arregla todo”.





