Desde ayer comenzó a circular en redes sociales la información de que el locutor y presentador cubano Frank Abel Gomez Bernal había sido detenido en Oklahoma tras un incidente que se inició como una infracción de tránsito y escaló a cargos mayores, según registros locales.
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Sin embargo, horas más tarde, el periodista Mario Vallejo introdujo una novedad: la posible dimensión migratoria del caso.
Vallejo publicó una captura del sistema federal Online Detainee Locator System (ODLS), herramienta oficial del Departamento de Seguridad Nacional, donde Frank Abel Gomez Bernal aparecía identificado como “In ICE Custody”, con Cuba como país de nacimiento. El registro, además, no especificaba centro de detención y mostraba la leyenda “Call ICE For Details”, una fórmula habitual cuando la agencia no hace pública la localización del detenido.

Ese detalle pasó relativamente desapercibido en las primeras horas del caso, pero es clave. No se trataba ya solo de un arresto a nivel de condado, sino de una retención migratoria activa, es decir, de un expediente que había entrado en la órbita de ICE y de su división de Enforcement and Removal Operations, encargada de detenciones civiles, traslados y procesos de deportación.
Sin embargo, el nombre de Frank Abel Gomez Bernal ha dejado de aparecer en el localizador de ICE. Para quien intenta verificar la información hoy, el sistema no arroja resultados, lo que abre varios escenarios posibles y ninguno definitivo. La desaparición del registro puede significar que ICE lo liberó, que retiró la retención migratoria, que fue transferido y el sistema aún no se ha actualizado, o incluso que el registro visible ayer respondía a un estado transitorio de custodia. Todavía, sin embargo, la ficha del arresto permanece activa; como si Frank Abel aun estuviese detenido.
ICE reconoce en su propia documentación que el ODLS no siempre se actualiza en tiempo real y que los cambios por liberación, transferencia o salida de custodia pueden tardar horas en reflejarse, o no mostrarse públicamente por razones operativas. También es importante recordar que una retención migratoria no es una orden judicial ni una condena: es una solicitud para que una cárcel local mantenga a una persona hasta 48 horas adicionales para que la agencia federal decida si asume custodia. Si eso no ocurre, la persona puede quedar en libertad por la vía local.
A esta hora, lo único verificable es que ayer existía al menos un registro federal que indicaba custodia de ICE y que hoy ese registro ya no es visible. Cualquier afirmación categórica sobre liberación o deportación sería, por ahora, prematura. El caso sigue abierto y la información, en movimiento.


















