La revelación más personal de Eduardo Casanova conmovió este jueves al ecosistema cultural iberoamericano. El actor y director madrileño, recordado en Cuba por su personaje de Fidel en “Aída”, hizo público que vive con VIH y eligió hacerlo desde su canal más directo: Instagram.
El mensaje, pensado y contundente, no buscó el golpe de efecto sino la dignidad: “TENGO VIH. Hoy rompo este silencio tan desagradable y doloroso después de MUCHÍSIMOS años. Un silencio que guardamos y sufrimos muchísimas de las personas con VIH. Lo hago CUANDO YO QUIERO. CUANDO YO PUEDO. LO HAGO POR MÍ, pero deseo que esto pueda ayudar a más gente. Lo hago a mi manera, a través del cine, que es mi forma de comunicarme. Pero sobre todo lo hago CON DIGNIDAD. La dignidad debería ser la forma en la que todas las personas con VIH pudieran salir del armario”.
Casanova, de 34 años, acompañó el anuncio con la noticia de su próximo proyecto: una película documental producida por Jordi Évole que llegará a salas el año entrante. Consciente de la confusión habitual entre formatos, puntualizó que “No es un programa de televisión, es una película documental”, y subrayó que, pese a la exposición que implica su declaración, se siente “profundamente feliz”.
El cineasta enmarca su decisión en una lucha mayor contra el estigma. Recordó que “Cerca del 80% de las personas con VIH no ha compartido con casi nadie que tienen la infección, por un estigma que nos condena al rechazo sistemático y más injusto del mundo”. La cifra ilustra la vigencia de los prejuicios cuatro décadas después del inicio de la pandemia.
Su agenda creativa también dialoga con ese propósito. En entrevistas recientes, al presentar su serie “Silencio” —estrenada el 1 de diciembre, Día Mundial del Sida, en Movistar Plus+—, Casanova explicó que la ficción explora cómo ha cambiado la mirada social sobre el VIH, mezclando géneros y códigos pop: “Silencio es mi primera serie como showrunner, guionista y director. Ya dirigí una serie por encargo [Nacho, sobre Nacho Vidal], donde pude poner mi sello, pero esta es completamente mía”.
Y denunció la repetición de relatos encorsetados: “El silencio que viven hoy las personas con VIH es terrorífico” y “Siempre son las mismas: memoria, hombres homosexuales, hombres drogadictos, catástrofe y muerte”.
El anuncio provocó una ola de apoyo de colegas y seguidores, que celebran tanto la valentía personal como la ambición artística del director. Con su mensaje —“Lo hago con dignidad”—, Casanova propone cambiar el foco: del morbo al respeto, del prejuicio a la información, y del silencio a una conversación pública más humana.
