El reguetonero cubano L’Kimii, nombre artístico de Osniel Andrés Cobarrubia Alfonso, se pronunció por primera vez sobre su segunda separación de Yordy DK (Yordano Ulacia Creagh), con quien formó el popular dúo El Kímiko & Yordy en 2019. Aunque su relación artística ya había sufrido una pausa tras la emigración de L’Kimii a Estados Unidos, ambos músicos sorprendieron a sus seguidores al reencontrarse en Miami en 2024 para lanzar un nuevo proyecto juntos. Pero la tregua fue breve.
En el pódcast “Destino Tolk”, publicado esta semana en YouTube, L’Kimii se sinceró sobre lo ocurrido entre ellos, dejando entrever sentimientos encontrados y una evidente decepción. “El hermano la dejó en los callos”, dijo utilizando una expresión popular cubana que alude a haber sido traicionado o dejado en una mala situación. “El cubano sabe lo que estoy diciendo”, añadió.
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Después de años de separación, el esperado regreso del dúo se concretó a fines de 2024 con un concierto el 28 de diciembre en La Scala de Miami, en pleno corazón de Brickell. A pesar de coincidir con un evento de Oniel Bebeshito en el Pitbull Stadium, el show de El Kímiko & Yordy fue un éxito rotundo con entradas agotadas.
Pero lo que parecía una reconciliación duradera se desmoronó apenas unas semanas después. En enero de 2025, Yordy regresó sorpresivamente a Cuba, desatando interrogantes entre sus fans y colegas. En aquel momento, L’Kimii compartió una historia en Instagram con un mensaje que parecía ir directamente dirigido a su excompañero:
“Feliz año nuevo, mi hermano, próspero y bendecido 2025. Pero eso no se le hace a un amigo real. Cuídate mucho, campeón. Ya esta es la segunda”, junto a una foto de Yordy en Cuba con su familia.
La publicación generó rumores de que Yordy habría regresado a la Isla con los ingresos generados por el concierto en Miami, dejando a su compañero con compromisos pendientes y la producción recién relanzada a la deriva.
En su conversación con Destino Tolk, L’Kimii ofreció más contexto:
“Había una producción hecha, un trabajo hecho, unos contratos hechos. Con mi palabra por medio. Pero, bueno, la vida sabe por qué hace las cosas. Quizás ahora no me estarían pasando las cosas buenas que me pasan”, reflexionó, dejando entrever que el proyecto conjunto ya estaba formalizado y comprometido con terceros.
Aunque no reveló todos los detalles por respeto a lo que él llama “los códigos”, fue claro sobre el impacto de lo sucedido: “En la confianza está el peligro. Quiero respetar el código, yo no expongo a un pana. Todo el mundo me ha estado preguntando. Y si un día tengo que decírselo de frente, se lo digo de frente”.
