Begoña Vargas ha vuelto a encender las redes con su más reciente escapada a Samaná, República Dominicana, donde se ha dejado ver radiante junto a su grupo de amigos y su pareja, Andrés Koi (Andrés Ceballos).
En su Instagram, donde cuenta con 989 mil seguidores, Begoña compartió una serie de imágenes llenas de espontaneidad: aparece colgándose de una soga como si fuera Tarzán, recorriendo la costa en una “motorina”, montando sobre una sencilla balsa agrícola, y sobre todo, disfrutando del entorno tropical. El ambiente, marcado por palmeras, mar y piñas, complementa su estilo libre y sensual: uno de los “fotones” que dejó no tardó en recibir comentarios como “qué parejón…” y “muy top”.
Pero fue una imagen en particular la que dejó claro que no viaja sola: una fotografía romántica con Andrés, besándose sobre la arena al atardecer, destilando complicidad frente al mar. La ausencia de gente desconocida y la intensidad del momento sugieren que están en su propia burbuja de felicidad tropical.
Aunque la actriz colgó las fotos hace apenas unas horas, las vacaciones habrían sido a inicios de agosto, a juzgar por una publicación hecha por Koi hace dos semanas en las que anunciaba «Me fui de vacaciones».
La actriz comenzó a oficializar su relación con Andrés – quien tiene 799 mil seguidores en Instagram – tras su aparición juntos en la boda de Willy Bárcenas el pasado mayo, donde fueron vistos por primera vez tomándose de la mano en público.
Desde entonces, han mantenido una política de discreción, compartiendo solo pequeñas pistas de su vida juntos: una felicitación pública en Instagram por su cumpleaños, una carta de amor incluida en el videoclip musical “Todo lo que me mata”, y ahora, estas vacaciones al ritmo del Caribe.
Por su parte, Andrés continúa consolidando su carrera como solista bajo el nombre artístico Andrés Koi, tras dejar DVICIO, y además del romance, compartieron juntos parte del videoclip mencionado, una canción que funciona como declaración pública de su vínculo.
Esta escapada es más que una postal de verano. No hay dudas de que Begoña Vargas y Andrés Koi están construyendo un capítulo romántico en su historia, ausentes de altavoces pero cercanos en su intimidad. Rodeados de naturaleza, buena compañía y una vibra desenfadada, ellos dejaron claro que están tan enamorados como seguros de lo que viven. Y estas imágenes, cálidas y llenas de movimiento, han generado el deseo de seguirles la pista… y tal vez, unirse a ese paraíso dominicano.





