A veces no hace falta un escenario, ni luces, ni micrófonos. Basta un abrazo largo, una sonrisa sincera y el calor de la sangre para que un momento se convierta en noticia. Así ocurrió con Jacob Forever, quien protagonizó un emotivo reencuentro familiar en Punta Cana, República Dominicana, dejando ver su lado más íntimo lejos del bullicio del reguetón.
Desde su cuenta de Instagram, el artista compartió con sus seguidores una postal entrañable: se le ve abrazado a dos mujeres que claramente ocupan un lugar privilegiado en su corazón. En el lobby del hotel Dreams Macao Beach, el intérprete de “Hasta que se seque el malecón” posó para una foto familiar, relajado y conmovido, mientras sus acompañantes devolvían el gesto con ternura desbordada.
“Qué feliz de volver a verlas después de 2 años. Las amo mucho”, escribió Jacob junto a la imagen. Sin dar más detalles sobre quiénes son exactamente estas mujeres, el mensaje -y el brillo en sus ojos- hablan por sí solos. No es la primera vez que el reguetonero, radicado en Miami desde hace años, muestra la importancia que tiene la familia en su vida. Pero este momento, en un entorno paradisíaco y cargado de emoción, dejó una huella especial.
Los comentarios no tardaron en llegar. Miles de seguidores, tanto de la isla como del exilio, le dejaron mensajes llenos de cariño, empatizando con el gesto y celebrando el valor que da a sus afectos más cercanos. En tiempos donde el algoritmo premia lo superficial, Jacob apostó por lo esencial: la sangre, la nostalgia, el abrazo postergado.
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“Qué feliz por ti”; “Los abuelitos son algo que no tiene explicación, es un amor diferente, único, qué bendecido eres”; “Eso es medicina para el alma”; “Eres un gran hombre en todo el sentido de la palabra, bendiciones miles para ti y tu familia, disfrútala”, le escribieron sus fans.
El artista, que ha sabido mantenerse en la escena urbana cubana con una mezcla de carisma, talento y constancia, también conserva una sensibilidad que conecta con quienes lo han seguido desde sus inicios. No importa si está sobre una tarima en Hialeah o bajo una palmera en Punta Cana: hay una fibra humana que lo atraviesa, y que sus fans reconocen.
