Un hombre hispano de 39 años fue arrestado en Miami tras descubrirse que había instalado dos cámaras ocultas en el apartamento de su exnovia, una acción que las autoridades describen como un caso de vigilancia criminal sostenida. El detenido, identificado como Rafael Agustín Guillen, enfrenta varios cargos, según confirmó la policía local.
El caso comenzó a tomar forma el pasado 8 de octubre, cuando un oficial respondió a un aviso por una posible situación doméstica. Al llegar al apartamento de la víctima, la mujer relató que había mantenido una relación con Guillen durante unos siete meses, periodo en el que comenzó a sospechar que él la estaba espiando. Según su testimonio, cada vez que tenía una conversación privada estando sola en casa, Guillen parecía conocer detalles exactos de lo dicho, lo que incrementó su angustia y desconfianza.
Con las sospechas creciendo, la mujer decidió comprar un detector de cámaras y dispositivos de grabación R/F, con el que revisó su apartamento punto por punto. El aparato alertó sobre una señal oculta en un tomacorriente del salón. Ante el hallazgo, llamó nuevamente a la policía. Los agentes retiraron la tapa del enchufe y confirmaron que allí se encontraba instalada una microcámara. La revisión posterior reveló un segundo dispositivo oculto en el enchufe del dormitorio, lo que apuntaba a un patrón de vigilancia cuidadosamente preparado.
Mientras los agentes registraban la vivienda, la víctima se comunicaba por mensajes de texto con Guillen. Fue ella misma quien mostró a los oficiales una fotografía del hombre para identificarlo, así como capturas de pantalla de conversaciones en las que él admitía haber colocado las cámaras. Los mensajes, según el informe policial, constituían una admisión directa del delito.
Un mes después del hallazgo, las autoridades localizaron a Guillen y procedieron a detenerlo, señala NBC6 Miami.
Consultada la ficha de arresto de Rafael Guillen en el condado de Miami-Dade, el expediente confirma la gravedad del caso. El hombre enfrenta cinco cargos: allanamiento de morada sin ocupantes —marcado como violencia doméstica y con fianza aún por determinar—; voyeurismo en video para mayores de 19 años, con una fianza fijada en 2 500 dólares; interceptación ilegal de comunicaciones orales o electrónicas, también con fianza de 2 500 dólares; acoso agravado, igualmente clasificado como violencia doméstica y con fianza pendiente; y un cargo adicional de voyeurismo, con una fianza de 500 dólares.
En total, Guillen podría enfrentar más de 5 000 dólares en fianzas iniciales, además de los cargos cuya fianza no ha sido establecida, reflejo de la seriedad con la que el sistema judicial ha tomado el caso, que aún continúa bajo investigación. La policía ha reiterado la importancia de denunciar comportamientos sospechosos en el ámbito doméstico, especialmente en situaciones donde la privacidad puede haberse visto comprometida. Se espera que Guillen enfrente cargos formales en los próximos días.
