Harry Styles demostró que su resistencia va más allá del escenario. El cantante británico corrió el Maratón de Berlín el 21 de septiembre de 2025, culminando la prueba con un impresionante tiempo de 2 horas, 59 minutos y 13 segundos, rompiendo así la meta de las tres horas, un hito codiciado por muchos corredores amateurs, señalaron medios como AP News.
Para no llamar la atención, Styles participó bajo un nombre falso: Sted Sarandos, una estrategia que le permitió pasar casi desapercibido entre los cerca de 50 mil participantes. Vestido con gafas oscuras, pañuelo y ropa deportiva sin marcas llamativas, recorrió las calles de la capital alemana mezclándose con la multitud, aunque al cruzar la meta su tiempo se encargó de revelar que había algo más detrás de ese corredor “anónimo”.
La hazaña no fue fruto de la casualidad. Styles ya había sorprendido en marzo de este mismo año cuando participó en el Maratón de Tokio, donde detuvo el cronómetro en 3 horas, 24 minutos y 7 segundos. Aquella experiencia le sirvió de entrenamiento y aprendizaje, pero en Berlín mostró un progreso notable: bajó más de 25 minutos en apenas seis meses, una mejora que solo es posible con una preparación rigurosa y constante.
El recorrido berlinés, famoso por ser uno de los más rápidos del mundo, ha sido testigo de varios récords internacionales. Aun así, mantener un ritmo estable durante 42 kilómetros no es sencillo. Styles lo logró con inteligencia, corriendo el primer medio maratón en 1:29:08 y el segundo en 1:30:06, una diferencia mínima que habla de resistencia, estrategia y concentración.
Los testigos aseguran que en los días previos a la competencia ya se le había visto entrenando por las calles de la ciudad. Su aparición en la carrera, entonces, no fue una ocurrencia de último minuto sino la culminación de un plan personal que lo llevó a marcar un hito en su faceta deportiva.
Con este resultado, Harry Styles confirma que no solo es capaz de llenar estadios con su música, sino también de recorrerlos paso a paso, kilómetro a kilómetro.
Su compromiso con la música sigue intacto, pero ahora añade una nueva dimensión: la del maratonista que se propone retos exigentes, los trabaja, los respeta, y los consigue. Su tiempo en Berlín es un recordatorio de que la fama y el glamour no están reñidos con la dedicación atlética, y de que, de vez en cuando, correr bajo el radar puede revelar lo más impresionante de una persona.





