Dos incidentes marítimos en menos de 48 horas han puesto en alerta a las autoridades del sur de la Florida. Uno de ellos ocurrió el sábado en el río Miami, cuando un bote de 44 pies se incendió repentinamente en la desembocadura del afluente. A bordo viajaban 13 personas que, gracias a la pronta actuación de la Guardia Costera y los rescatistas de Miami Fire Rescue, fueron evacuadas sin que se reportaran heridos.
El incidente se produjo en una zona de gran tránsito marítimo. La embarcación quedó completamente calcinada, y fue remolcada por una compañía privada para su investigación. Las causas del incendio aún no han sido determinadas por la Comisión de Conservación de Vida Silvestre y Pesca de Florida (FWC).
Menos afortunado fue el episodio ocurrido este lunes de Memorial Day en Fort Lauderdale. A las 5:45 p.m., una embarcación explotó en una zona muy concurrida cerca del Lauderdale Yacht Club, arrojando por los aires a los 11 ocupantes, entre ellos dos niños. Varios de los heridos fueron trasladados al centro de trauma del Jackson Memorial Hospital en Miami debido a quemaduras severas.
Testigos describieron una «gran bola de fuego» seguida de gritos y caos. El siniestro está siendo investigado por varias agencias, incluyendo la Policía de Fort Lauderdale, la Guardia Costera y FWC.
La causa exacta de la explosión sigue bajo investigación. La policía de Fort Lauderdale, la Guardia Costera de Estados Unidos y la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida están involucradas en la investigación. Las autoridades aún no han revelado el tamaño o el tipo de embarcación involucrada.
Sin embargo, como sucede en la mayoría de estos casos, la explosión pudo haber sido resultado de haber encendido el bote mientras aún se encontraba repostando de combustible. Otra causa puede haber sido una fuga de gas o combustible, que interactuó con una chispa de los motores o de la cocina del barco.
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