Un maquinista cubano pudo evitar que una mujer se quitara la vida en la línea del tren de Luyanó, en el habanero municipio de Diez de Octubre, este viernes 3 de enero.
Según varios reportes en redes sociales, la mujer, que al parecer es joven, se había tirado frente a la línea con la intención de suicidarse, pero afortunadamente el hombre que manejaba el tren pudo detenerlo y logró salvarla.
“En Cuba nadie tiene ganas de vivir”, resumió el periodista de Univisión 23, Mario Vallejo, al pie de un video en el que se ven dos hombres y una mujer intentando que la mujer que atentó contra su vida se levante del riel del tren, en el que insistía en permanecer sentada.
Este intento de suicidio, del que se desconocen hasta el momento otros detalles, despertó enseguida el lamento de muchos internautas que entienden que “en Cuba se vive con estrés y depresión”, ya que “la miseria y la escasez abunda en los hogares de un cubano de a pie”.
“El salario mensual de un trabajador no alcanza para alimentar a sus hijos… Cualquiera se vuelve loco”, dijo la madre cubana Mariannis Domínguez.
Mientras, el usuario Ernesto Manuel Sarduy confirmó que es “muy triste” ver “cómo la situación corroe y lacera la salud mental de nosotros los cubanos”. “Desgraciadamente se vive con demasiado estrés y preocupaciones diarias. El costo de la vida, la crisis, la escasez de alimentos y de medicinas, los apagones, la situación tan compleja de niños y de ancianos en las familias, en fin, todo esto se convierte en el día a día y muchos, al acumular tantos problemas, la única solución que encuentran es esta”, argumentó.
“Pobrecita. No es fácil la vida sin dinero y con hambre y miseria. Claro, todo el mundo atormentado por culpa del gobierno”, señaló otra persona al hacer referencia a cómo la profunda crisis económica que existe en Cuba ha disparado el número de suicidios.
En diciembre de 2023 una psicóloga cubana reveló a Diario de Las Américas que en los últimos cuatro años los suicidios y las conductas suicidas habían aumentado un 23% en Diez de Octubre, el municipio más poblado de la capital y el tercero del país detrás de los municipios cabeceras de Santiago de Cuba y de Holguín.
Entonces la experta destacó que, si bien “hace una década” “la mayor parte de los que se quitaban la vida, o lo intentaban, eran personas de la tercera edad, principalmente hombres que vivían solos”, se había disparado el suicidio de jóvenes y adolescentes en edades comprendidas entre los 12 y 35 años.
Ese mismo año, ante el aumento de los casos registrados, el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, reconoció mediante un informe que las “lesiones autoinfligidas intencionalmente”, que es como le llama el oficialismo al suicidio, están entre las primeras diez causas de muerte en la isla.
Hay que tener en cuenta que desde los años 80 Cuba presenta uno de los índices más altos de suicidio en América Latina y el Caribe.
Según publicó el Banco Mundial en su actualización de 2019, la tasa de mortalidad por esta causa en la isla es de 14,5 por cada 100.000 habitantes (por encima de la media global de 9,49).
Pese a la falta de datos y fuentes fiables, se sabe que, según datos de la Oficina Nacional de Información y Estadísticas, en 2019 se registraron 1.467 muertes por “lesiones autoinfligidas intencionalmente”; 1.556 en 2020; y 1.789 en 2021.





