Si hablamos de influencers cubanas en el ámbito de la belleza, es imposible no mencionar a Daniela Reyes, quien alcanzó en abril de este año el millón de seguidores en Instagram.
En sus publicaciones, los piropos hacia la cubana no faltan. Muchos de sus seguidores incluso le han sugerido que participe en el próximo Miss Universo Cuba, ya que consideran que tiene todo lo necesario para llevarse la banda y la corona: físico, inteligencia, elegancia y gracia.
Sin embargo, en el mismo espacio donde se acumulan halagos, también aparecen críticas relacionadas con su peso. Algunos usuarios han comentado que la influencer luce “demasiado delgada”.
Mensajes como: “No la conocía”, “Creo que demasiada flakencia para su tamaño, más llenita se veía mejor”, “Ay no niña, en serio, tan linda que es, pero así de flaca no”, “Siempre tan hermosa, pero creo (y quizás mi opinión ni te importe) que estás demasiado delgada”, se hacen cada vez más comunes en su perfil.
Esta práctica, conocida como body shaming (término en inglés que significa “avergonzar o burlarse de alguien por la apariencia de su cuerpo”), es tristemente común en redes sociales. Aunque estas críticas existían mucho antes en la vida offline, el anonimato que permite la pantalla y la facilidad para opinar en redes han hecho que el fenómeno se multiplique.
El body shaming afecta especialmente a las mujeres, quienes enfrentan una constante presión social para cumplir con estándares de belleza contradictorios y cambiantes. Ya no basta con ser alta o baja, delgada o con curvas, rubia o morena, pues cualquier característica parece ser motivo para recibir una avalancha de críticas.
A pesar de estos comentarios negativos, muchos seguidores han salido en defensa de Reyes, destacando la importancia de no opinar sobre los cuerpos ajenos sin conocer las circunstancias personales de alguien y el impacto emocional que estas palabras pueden tener.
Entre los mensajes de apoyo se leía: “Dejen de normalizar hablar del cuerpo de los demás, paren por favor”, “Típico del cubano: opinar sobre el peso ajeno”, “Solo se habla del cuerpo de alguien cuando es algo que se puede cambiar en tres segundos, como por ejemplo: ‘Mira, tienes un moco’, o ‘Tienes un frijol en los dientes’, o ‘Amiga, estás manchada’. ¡Cosas así!”.
Daniela Reyes tampoco se ha quedado callada ante el asunto, y en publicaciones anteriores ya ha dejado claro que: “No tomo nada personal y tampoco tomo muy en serio ni los halagos ni las críticas, yo estoy más feliz, contenta y en paz que nunca y lo digo de corazón”.





