El reguetonero cubano El Micha está otra vez en el centro del debate público tras anunciar que ofrecerá un concierto el próximo 9 de agosto en La Piragua, uno de los espacios más simbólicos cerca del Malecón habanero. La noticia, lejos de pasar desapercibida, ha desatado reacciones encontradas tanto en la isla como entre los cubanos de la diáspora.
Desde Estados Unidos, donde reside actualmente, Michael Sierra Miranda -nombre real del artista- confirmó su presentación en una transmisión en vivo a través de sus redes sociales, donde reconoció que ha preferido no acompañar el espectáculo con una de sus habituales campañas de promoción.
“El día 9, ya que Cuba está cogiendo candela, y Cuba siempre va a estar trending y siempre va a estar viral, el día 9 nos estamos viendo en el Malecón de La Habana, en La Piragua… Dije lo que iba a decir una sola vez, así que graben pantalla. Si no lo cogiste, se te fue. Seguimos”, dijo.
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Y con esa sola frase, los comentarios comenzaron a arder como carbón encendido. Algunos celebraron su regreso como un gesto de conexión con sus raíces. Otros, sin embargo, levantaron cejas ante lo que consideran una incongruencia.
“Tiene que cantar allá si acá no se oye ni en su casa”; “Ven con una planta eléctrica, Micha, que los apagones están a 3 pesos cubanos”; “Un cederista destacado”; “Sí, trending y viral, pero del hambre y la necesidad. Y todos los comunistas como ustedes yendo para allá”, se lee entre los mensajes bajo el video donde el cantante anuncia su viaje.
El Micha no es nuevo en estas controversias. Su postura frente al panorama político cubano, a veces más polarizada y otras veces más tibia, ha sido motivo de crítica, sobre todo por evitar pronunciamientos claros respecto a la represión, las detenciones arbitrarias o la falta de libertades que otros artistas han denunciado con fuerza.
El anuncio, por tanto, ha sido interpretado por algunos como una movida estratégica para mantenerse vigente dentro del mercado cubano. No faltan quienes lo acusan de legitimar, con su presencia, una estructura cultural que ha vetado a músicos que se atreven a disentir. Mientras tanto, sus seguidores más fieles celebran la oportunidad de verlo en vivo y sin intermediarios.
Por ahora, los detalles logísticos del evento siguen en el aire. No se ha confirmado si contará con el respaldo de instituciones oficiales como el Ministerio de Cultura o alguna entidad estatal, ni se ha anunciado quiénes lo acompañarán sobre el escenario. Pero la maquinaria del espectáculo ya está en marcha, con todo el poder de las redes sociales empujando la convocatoria.





