El Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS) designó a Ismael Arias, un cubano de 52 años condenado por delitos sexuales contra menores, como su “Fugitivo Destacado” de noviembre. La recompensa por información que conduzca a su captura sube a 4.000 dólares durante este mes, siempre que la pista sea recibida en noviembre. Arias es buscado desde abril de 2025 por las autoridades del condado de Harris por incumplir con los requisitos de registro de agresores sexuales, una falta que, de confirmarse, lo devuelve al radar de los equipos de captura en todo el estado.
Los antecedentes que pesan sobre Arias ayudan a entender la urgencia del mensaje.
Registros oficiales del DPS detallan que su historial violento se remonta a 2005, cuando fue arrestado en Florida por asalto agravado con arma mortal, agresión y daños criminales. Un año después, en Texas, fue detenido en el condado de Hudspeth por agresión sexual agravada contra un menor y secuestro, y nuevamente en el condado de Culberson por agresión sexual y secuestro. Por un episodio independiente, Arias fue finalmente condenado en Hudspeth por indecencia con un menor mediante contacto, en un caso que involucró a una niña de 13 años. Cumplió pena en una prisión del sistema estatal y obtuvo libertad condicional en julio de 2013; su alta del sistema penitenciario, sin embargo se produjo en julio de 2015.
El aviso del DPS precisa, además, rasgos físicos y vínculos geográficos para facilitar la identificación. Arias mide alrededor de 1,78 metros (5 pies 10 pulgadas), pesa unos 102 kilos (225 libras) y porta tatuajes en ambos brazos superiores. Tiene lazos con el área de Houston y, de acuerdo con la ficha pública, como agresor sexual condenado tiene la obligación de actualizar su domicilio con periodicidad trimestral.
El incumplimiento de ese deber es, precisamente, lo que detonó la orden de búsqueda vigente en Harris. La fotografía y cualquier actualización sobre su estatus pueden consultarse en el portal de Texas 10 Most Wanted, donde su ficha permanece activa.
La selección de un “fugitivo destacado” funciona como megáfono para Texas Crime Stoppers, el programa de recompensas financiado con fondos de la Oficina del Gobernador. Durante noviembre, cualquier pista que llegue por los canales oficiales —teléfono, formulario web o la función de “Submit a Tip” en las redes del DPS— será elegible para la bonificación si desemboca en arresto. El DPS recuerda que los informantes se mantienen en el anonimato y reciben un número de referencia en lugar de aportar su nombre, un detalle que históricamente ha animado el flujo de llamadas útiles.
Lo más terrible de este tipo de crímenes es que nunca cesan, y cada cierto tiempo otro nombre salta a los titulares, recordándonos que la violencia contra los más vulnerables no distingue nacionalidades ni vecindarios.
Esta misma semana, en Miami, la policía arrestó a Kevin del Sol, un residente de Allapattah hispano de 26 años, después de que una alerta de Google condujera al hallazgo de videos donde niñas de apenas cinco o siete años eran abusadas sexualmente.
Según el reporte policial citado por Local10 News, al revisar su teléfono también encontraron material de bestialismo. Del Sol alegó que “estaba pasando por un mal momento” y buscaba “sentirse insensible”. Ahora permanece en una cárcel del condado Miami-Dade, mientras la justicia define los cargos formales.
Casos como el suyo explican por qué las autoridades estadounidenses endurecen la persecución contra depredadores sexuales, estén donde estén y lleven el pasaporte que lleven. Cuando la infancia y los indefensos quedan expuestos, la vigilancia no puede aflojar ni un solo mes del año.
En paralelo a este caso, el clima de control migratorio y persecución de delincuentes con antecedentes graves se ha intensificado a nivel federal.
Datos recientes del Departamento de Seguridad Nacional subrayan que alrededor del 70% de los arrestos de ICE corresponden a no ciudadanos con cargos o condenas por delitos en Estados Unidos, una cifra que el gobierno ha usado para justificar operativos especiales y listas públicas que priorizan a agresores sexuales y reincidentes.
ICE reveals stunning statistic after exposing Halloween weekend's 'worst of the worst' arrests
— Karoline Leavitt (@PressSec) November 4, 2025
"The Department of Homeland Security highlighted that 70 percent of ICE arrests are of criminal illegal aliens charged or convicted of a crime in the U.S."https://t.co/2PVA9kQgHn
En ese sentido, el Departamento de Seguridad Nacional informó que Lázaro Mateo Ruiz, ciudadano cubano con condenas en Miami-Dade por homicidio con arma de fuego, delitos de armas y robo, fue detenido por ICE en Florida durante las redadas del último fin de semana.
Por su prontuario, la agencia lo catalogó dentro de los “lo peor de lo peor”, etiqueta con la que identifica a extranjeros con antecedentes violentos que representan un peligro para la seguridad pública. El aviso oficial incluyó a otros arrestados con historiales de abuso sexual, secuestro y narcotráfico, pero el nombre de Ruiz destacó por el peso de sus condenas previas en el condado.
Sin mezclar expedientes —Arias es buscado por el DPS de Texas—, ese contexto ayuda a explicar por qué su perfil encaja en la estrategia de comunicación de “los más buscados” y por qué el estado empuja con recompensas para cerrar el cerco.
