Con la emoción a flor de piel y ese tono entre nostálgico y patriota que lo caracteriza, Eduardo Antonio, más conocido como El Divo de Placetas, dedicó un mensaje de admiración y apoyo a Lina Luaces, la joven que representará a Cuba en el certamen de Miss Universo 2025, previsto para el 21 de noviembre.
El artista compartió un video en sus redes sociales donde confesó sentirse profundamente orgulloso de ver a una cubana competir en uno de los escenarios más importantes del mundo. “Como figura pública, no puedo quedarme de manos cruzadas y tengo mi preferencia en este Miss Universo, y voy por mi cubana: Lina Luaces”, dijo.
“No es porque conozca a Lili Estefan ni tengamos una bonita relación de tantos años. Nadie me ha pedido un video, esto me nace del corazón, me nace como cubano”, expresó.
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El intérprete, que mantiene una relación cercana con la familia Estefan, habló con ternura y respeto sobre las virtudes personales y profesionales de la joven modelo. “Creo que Lina es, primero que todo, de familia, educada, con clase, principios e inteligencia. Es una niña preparada, que habla inglés, que puede poner el nombre de Cuba en alto. Pero además es bella, es una cubana muy bonita, puede dejarnos con el primer premio en esta competencia”, dijo visiblemente emocionado.
Con su carisma habitual, El Divo aprovechó el momento para convocar a la comunidad cubana —dentro y fuera de la isla— a unirse detrás de Lina, transformando su apoyo en un símbolo de orgullo colectivo.
“Les pido a todos que le pongamos toda la fe y le enviemos todas las bendiciones a Lina Luaces. Mi otro top es la mexicana, que fue muy valiente, que también es bella y ha sabido alzar la voz de las mujeres por el mundo. Pero que venga primero mi sangre: Lina Luaces. Que salga la cubana en primer lugar y tengamos una Miss Universo cubana”, exclamó con entusiasmo.
Lina, por su parte, respondió con un sencillo “Gracias”, gesto breve pero cargado de emoción, que dejó ver su gratitud hacia el respaldo del cantante y del público cubano.
A pocos días de que el concurso se realice en Tailandia, la modelo continúa ganando simpatías dentro del público latino y se consolida como una de las favoritas rumbo a la corona. Su historia también simboliza un regreso esperado: después de décadas de ausencia, Cuba vuelve oficialmente al escenario de Miss Universo, abriendo no solo una nueva etapa en el certamen, sino también una conversación más amplia sobre identidad, diáspora y representación cultural.
El Miss Universo Cuba, reinstaurado recientemente, se ha convertido en un fenómeno que traspasa fronteras. Las candidatas representan provincias cubanas emblemáticas, aunque muchas de ellas —como Lina— crecieron o residen fuera del país.
Coronada tras competir por Santiago de Cuba, Lina Luaces lleva sobre sus hombros más que una banda: carga la ilusión de millones de cubanos repartidos por el mundo. Nacida en Miami en 2002, hija de la reconocida presentadora Lili Estefan y del empresario Lorenzo Luaces, la joven de 23 años pertenece a una familia emblemática del entretenimiento hispano. Es, además, sobrina de Emilio y Gloria Estefan, lo que ha multiplicado la atención mediática sobre su participación.
Su elección marca el segundo año consecutivo en que Cuba participa en Miss Universo tras más de medio siglo de ausencia. Pero más allá del linaje o los focos, Lina ha logrado conectar por sí misma: representa una generación que, sin renunciar a sus raíces, busca redefinir lo que significa ser cubano en el mundo.





