Lo que comenzó como una entrevista terminó escalando a un enfrentamiento público que ya apunta a los tribunales. El conflicto involucra directamente a la disquera Planet Records, a su CEO, el productor italiano Roberto Ferrante, y al reguetonero cubano El Chulo, cuyas declaraciones en un podcast encendieron la mecha.
Las palabras del artista durante su participación en el espacio de Destino Positivo y Fernan Show no solo fueron incendiarias, sino que también tocaron fibras muy sensibles dentro de la compañía que representa a figuras del género urbano como Charly & Johayron y Bebeshito. En especial, las críticas contra Ferrante no pasaron inadvertidas.
Ahora, ha sido el propio El Chulo quien anunció desde su perfil de Instagram que ha recibido una demanda formal por parte del empresario europeo, después de varias semanas de intercambios de indirectas y mensajes explosivos dirigidos tanto a Ferrante como a Carlos Coronado, conocido en la música como Charly.
Con tono burlón y fiel a su estilo irreverente, el cantante reaccionó: “Ay bambini bambini, io no voy a responder más a tus cosas, que estás hecho un cargadore, pero tú ahora como capito poner una demanda, you estar bien loco. Yo no responder demanda, I don’t give a fuck, you demandarme, I don’t give a fuck”.
El cruce de acusaciones no es nuevo. Ferrante ya había advertido que emprendería acciones legales contra Destino Positivo, luego de que el dominicano anunciara que había sacado licencia para abrir su propia disquera en Miami, invitando públicamente a los artistas cubanos a firmar con él y a romper con Planet Records.
El productor italiano incluso utilizó sus redes sociales para lanzar dardos contra el influencer. En sus historias de Instagram publicó frases como: “Manipulan las redes y todos Uds. por sucio dinero…”, “Estos tipos sueñan con ser Planet Records…” y “Demandas internacionales en preparación”.
El dominicano, lejos de amedrentarse, respondió de inmediato: “El dictador está asustado. Esto no es Cuba, esto es USA. Estoy esperando la demanda”. Y fue más allá, subiendo el tono de su advertencia: “Dale, ven a Miami que te voy a buscar al aeropuerto. Se te acabó el monopolio”.
