La administración de Donald Trump considera establecer una normativa para impedir que los solicitantes de asilo puedan acceder a un permiso de trabajo (EAD, por sus siglas en inglés), en tanto se resuelve su proceso migratorio en Estados Unidos.
Según reportó CBS News, que citó a dos funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), funcionarios del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) estarían trabajando en una propuesta que cambiaría de forma radical una política en vigor desde hace décadas: permitir que los inmigrantes con solicitudes de asilo trabajen legalmente en el país.
De acuerdo con otra fuente gubernamental citada por CaféFuerte, la polémica medida está en “vías de evaluación” como parte del protocolo para desalentar la inmigración descontrolada, concebido por el asesor del Consejo de Seguridad Nacional, Steven Miller.
“Estamos trabajando en la propuesta con la determinación de ponerla en vigor antes de que termine este año”, aseguró el funcionario a CaféFuerte.
Desde la reforma migratoria de 1990, Estados Unidos permite a funcionarios de inmigración otorgar permisos de trabajo a solicitantes de asilo mientras los tribunales de inmigración consideran la validez de sus peticiones y determinan el otorgamiento del beneficio a sus casos.
La nueva regulación suspendería la emisión de los permisos de trabajo a peticionarios de asilo hasta que USCIS decida sobre las solicitudes presentadas en un promedio de 180 días.
A tenor con fuentes de DHS, también se exigiría a los solicitantes de asilo esperar un año después de presentar su solicitud, en lugar de seis meses, como es hasta el momento, para ser elegibles al permiso de trabajo.
El propósito de la administración Trump, bajo la iniciativa de Miller, es buscar una salida al congestionado sistema de asilo que impide avanzar los casos ante los tribunales de inmigración y obliga a los jueces a postergar citas hasta incluso 2028.
El abogado de inmigración Willy Allen declaró a CafeFuerte que se trata de “otra respuesta desesperada ante la imposibilidad de detener diariamente tres mil indocumentados, como es el plan del señor Miller, basado en mentiras y falsas estadísticas de criminalidad de la comunidad inmigrante”.
“Es una medida terrible que desafía los derechos establecidos en la Ley de Inmigración de Estados Unidos”, resumió el reconocido abogado.
Datos del gobierno federal indican que más del 77% de las solicitudes de asilo presentadas ante USCIS llevaban más de 180 días pendientes y un 40% de los casos seguían sin resolverse después de dos años.
De acuerdo con cifras oficiales, USCIS está gestionando unos 1.5 millones de solicitudes de casos, mientras que los tribunales de inmigración tienen a su cargo otros dos millones pendientes.
En tanto, se estima que casi 400 mil solicitantes de asilo se encuentran pendientes de resolución en distintas fases ante los tribunales o los funcionarios de USCIS, subrayó CaféFuerte.





